Un barco proveniente de Nigeria debió ser aislado junto a toda su tripulación en las cercanías del puerto de General Lagos, Santa Fe, por la muerte de un tripulante filipino de 47 años.
El fallecimiento en el puerto de General Lagos de un tripulante filipino de 47 años encendió las alarmas sanitarias del país. Se busca comprender si ocurrió por una enfermedad viral.
Un barco proveniente de Nigeria debió ser aislado junto a toda su tripulación en las cercanías del puerto de General Lagos, Santa Fe, por la muerte de un tripulante filipino de 47 años.
Ante esta situación se activaron las alarmas sanitarias y se desarrollaron los procedimientos necesarios para descartar que la causa de la muerte pudiera haber sido una enfermedad infectocontagiosa.
Los operativos estuvieron a cargo de de la Unidad Fiscal Rosario, a través de Javier Arzubi Calvo y la fiscal coadyuvante María Virgina Sosa, que ordenaron las primeras medidas coordinadas con Prefectura Naval Argentina, entre ellas, la desinfección sanitaria de la embarcación, su registro y entrevistas a los tripulantes. En el caso también actúa el juez de Garantías Carlos Vera Barros.
Desde el barco “African Magnolia” informaron que el filipino murió en altamar el 25 de diciembre. El cuerpo fue resguardado en la cámara de frío del barco. En principio, no tenía lesiones visibles.
Agentes de control retiraron el cuerpo para realizar una autopsia y, si bien la justicia aún espera los informes finales, los estudios preliminares indicaron que se trataría de un infarto masivo. La nave venía venía a cargar harina de trigo y su destino final era la República del Congo.