Los derrames cerebrales, o accidentes cerebrovasculares, representan una de las principales causas de muerte y discapacidad en el mundo. Aunque históricamente se asociaron con personas mayores, en los últimos años se observa un aumento preocupante de estos casos entre adultos jóvenes. Frente a esta realidad, la prevención se vuelve más relevante que nunca.
Según explicó la neuróloga clínica Dra. Neshika Samarasekera, de la Stroke Association, al medio Business Insider, existen distintas estrategias para reducir significativamente el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular. El enfoque está puesto en cambios concretos en el estilo de vida, que pueden marcar una diferencia real en la salud cerebral.
Dejar de fumar, cuidar la alimentación y realizar ejercicio regular son tres pilares fundamentales para proteger el cerebro. Cada uno de estos hábitos actúa sobre distintos factores de riesgo, como la presión arterial, la circulación sanguínea y la inflamación, todos relacionados directamente con la probabilidad de sufrir un derrame cerebral.
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La salud cerebral se fortalece con hábitos como la actividad física y una dieta equilibrada.
Cómo prevenir derrames cerebrales
Uno de los pasos más efectivos es abandonar el cigarrillo. El tabaquismo triplica el riesgo de accidente cerebrovascular en comparación con los no fumadores, ya que daña la circulación y eleva la presión arterial. Además, favorece la formación de coágulos sanguíneos y problemas cardíacos que pueden terminar desencadenando un derrame.
El segundo punto clave es mantener una dieta balanceada. Incluir al menos cinco porciones diarias de frutas y verduras es una recomendación básica que ayuda a reducir la inflamación y protege las células cerebrales. Alimentos como brócoli, zanahorias y espinacas destacan por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.
Por último, la actividad física regular es esencial. La Organización Mundial de la Salud aconseja realizar unos 30 minutos de ejercicio moderado al menos cinco veces por semana. Este hábito mejora la circulación, disminuye la presión arterial y contribuye a controlar el colesterol y la glucosa, factores de riesgo vinculados directamente con los accidentes cerebrovasculares.
Ejercicio Fisico
El ejercicio físico es fundamental para una vida larga y saludable.
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Si bien no existe una fórmula infalible, sumar estos tres hábitos reduce de forma considerable la probabilidad de sufrir un derrame cerebral. La prevención, basada en evidencia científica, sigue siendo la mejor herramienta para cuidar la salud cerebral a cualquier edad.