El uso de inteligencia artificial ya no se limita a lo académico, laboral o creativo. En los últimos meses, también comenzó a ocupar un lugar cada vez más visible en las interacciones afectivas, especialmente entre jóvenes que buscan respuestas rápidas y efectivas frente a situaciones incómodas. Una reciente publicación en redes sociales volvió a poner en agenda este fenómeno, con un caso con Chat GPT que se volvió viral por su sinceridad y sentido del humor.
Victoria, una usuaria identificada como @ddespeiinadaa en la red social X, decidió pedirle ayuda a Chat GPT para responder un mensaje de un chico que había desaparecido durante varios días después de invitarla a salir. El planteo era claro: necesitaba una respuesta que fuera firme, pero no excesivamente agresiva. La captura de su conversación con la IA despertó una avalancha de reacciones.
El episodio no solo generó empatía entre miles de seguidores, sino que también evidenció cómo estas herramientas digitales se están integrando a las dinámicas cotidianas de las relaciones humanas, al punto de intervenir en momentos cargados de ambigüedad emocional y decisión personal.
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Chat GPT fue clave en una conversación sentimental que generó repercusiones en redes sociales.
El resultado de Chat GPT ante la pregunta de la joven
El joven había reaparecido luego de tres días con un mensaje que pedía disculpas y aludía al cansancio y al estrés como motivos de su alejamiento. En un primer intento, Chat GPT sugirió una respuesta comprensiva, reconociendo las dificultades del otro. Sin embargo, Victoria pidió una opción más directa. La segunda respuesta fue categórica: “Espero que puedas resolver tus problemas y que te vaya bien”.
La publicación fue acompañada por la frase “Le encontré una buena utilidad a ChatGPT”, lo que le dio un tono irónico al desenlace y generó adhesiones en los comentarios. Muchos usuarios valoraron la franqueza del segundo mensaje y reflexionaron sobre la importancia de expresar los límites sin perder claridad.
inteligencia artificial
El caso se viralizó por mostrar cómo la inteligencia artificial puede intervenir en vínculos personales.
Pixabay
Este tipo de episodios pone en evidencia cómo las IA generativas pueden funcionar como mediadoras emocionales, ofreciendo modelos de comunicación ajustados a distintos tonos y contextos. En este caso, la intervención no solo funcionó como herramienta de escritura, sino como disparador de una conversación más amplia sobre vínculos, tiempos de respuesta y respeto mutuo.
