Tiene 76 años, cuidó por décadas la casa de la reina Máxima en Villa La Angostura, cruzó a Chile y desapareció: lo buscan intensamente

Se trata de Carlos Ancapichun, quien desapareció el 13 de junio tras cruzar a Chile para trabajar en un terreno familiar cerca del centro de esquí Antillanca. Su camioneta fue hallada intacta en medio del bosque, pero no hay señales de él.

Carlos Ancapichun, de 76 años, un histórico casero de la vivienda que la reina Máxima Zorreguieta de los Países Bajos posee en Villa La Angostura, provincia de Neuquén, está desaparecido desde hace más de tres semanas. El hombre fue visto por última vez el 13 de junio, cuando cruzó hacia Chile por el paso Cardenal Samoré rumbo a un campo de su propiedad en la zona de Antillanca, cercana al centro de esquí Puyehue. Desde entonces, no hay rastros sobre su paradero.

Ancapichun fue por más de tres décadas uno de los cuidadores más confiables del exclusivo country Cumelén, donde Máxima suele vacacionar cada verano junto a su familia. Allí se encargaba del mantenimiento de jardines y del cuidado de embarcaciones. Su experiencia en zonas rurales y su conocimiento del terreno refuerzan las dudas sobre que se haya desorientado.

Según reconstruyeron los investigadores, en sus tiempos libres el hombre solía cruzar a Chile, donde tenía la intención de construir. Es por eso que, tras visitar a sus parientes en este último viaje, se habría ido rumbo a un terreno donde proyectaba su hogar, en una zona de bosque.

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Guillermo Alejandro de los Países Bajos, junto a la reina Máxima y Carlos Ancapichun, desaparecido.

Guillermo Alejandro de los Países Bajos, junto a la reina Máxima y Carlos Ancapichun, desaparecido.

Días después de su desaparición, Carabineros de Chile encontró su camioneta en medio de un sendero boscoso. El vehículo estaba cerrado, sin señales de violencia y con todas sus pertenencias en el interior: ropa, herramientas, botas y hasta documentos. Este hallazgo encendió las alarmas entre sus familiares, que descartaron la posibilidad de que se haya perdido y comenzaron a temer una situación más compleja.

El operativo de búsqueda se desarrolló en una zona inhóspita y de difícil acceso, en plena selva andina. Participan equipos de Carabineros, el Ejército chileno, bomberos, buzos tácticos y perros rastreadores. A pesar del despliegue, las condiciones del terreno —pantanos, mallines, cañadones y vegetación densa— dificultan tanto el rastreo terrestre como el uso de drones o helicópteros.

Su nieto, Mirko Ojeda, expresó su preocupación por la falta de avances en la búsqueda y pidió que se consideren otras hipótesis, incluyendo la posibilidad de una intervención externa. “Conoce cada rincón de ese lugar, no se perdió. Alguien lo sacó de ahí”, sostuvo el joven, que además remarcó que su abuelo no presentaba problemas de salud ni signos de deterioro cognitivo.

Un dato escalofriante suma más dramatismo al caso: en la década del 50, el padre de Carlos también desapareció en esa misma zona del sur chileno, sin que nunca se supiera qué ocurrió con él. La familia Ancapichun, marcada por ese antecedente, exige que las autoridades intensifiquen la búsqueda y amplíen las líneas investigativas para dar con el paradero del hombre, cuyo destino sigue siendo un misterio.

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