Mudarse a otro país no solo implica cambios en el idioma, los horarios y rutinas: el llamado "choque cultural" suele notarse con más fuerza en pequeños aspectos del día a día. Así lo mostró una joven rusa que se instaló en Argentina con su pareja e hijos y reveló qué la impactó más de vivir en Buenos Aires.
Anna, mamá de dos niños pequeños, compartió varios videos en su cuenta de TikTok contando cómo se adaptó su familia a la mudanza y qué cambios encontraron con respecto a su país de origen. En particular, comparó cómo se vive la maternidad en Rusia y en Argentina.
"En Rusia, los niños en espacios públicos molestan, aún si se portan bien. Acá, en cambio, los adultos sonríen, saludan, hacen chistes. Los niños son bienvenidos", destacó. "En Rusia se escucha: 'Compórtate, sé tranquilito, no molestes'. En Argentina, los niños pueden ser niños: ruidosos, felices, libres", añadió.
La joven señaló que "los papás también son distintos" ya que en Rusia es normal que, por los horarios del trabajo, compartan tiempo con sus hijos "solo los sábados". En Buenos Aires, en cambio, se sorprendió para bien al darse cuenta de que "están en la plaza, dan de comer, juegan".
"Y el afecto: en Argentina besan, abrazan, tocan incluso a tu bebé. En Rusia es impensable. Si miran al bebé en el cochecito, dicen que trae mala suerte", contó Anna. "Cuando fui a Rusia me decían: '¿No tienes con quien dejar a la nena?'. Y yo: '¿Por qué la dejaría?'. En Argentina vamos a todos lados juntas", explicó.
La joven destacó que todos estos cambios la ayudaron a vivir la maternidad de una manera diferente a cómo lo hacía en Rusia. "Ser mamá de dos chiquitos no es fácil, pero en Argentina me siento acompañada", concluyó.
El video de la rusa que vive en Argentina