En el Cementerio de la Recoleta, uno de los más emblemáticos de nuestro país, se encuentra una tumba que llama la atención por su diseño particular. Esta fue construida con piedras de la Cordillera de los Andes. Este mausoleo es un punto muy importante en los recorridos históricos del lugar, atrayendo la atención de visitantes por su simbolismo y su diferencia con las demás sepulturas.
La obra fue ideada en 1866 por el poeta Carlos Guido Spano para honrar a su padre, el general Tomás Guido, una figura central en la historia argentina. El diseño con rocas andinas no fue una elección al azar, sino un gesto cargado de significado que rememora una de las mayores gestas de su vida.
El general Guido fue protagonista del cruce de los Andes junto a José de San Martín, una de las campañas militares más importantes de América. En su testamento expresó el deseo de ser enterrado en la cordillera, pero su hijo encontró otra forma de cumplir simbólicamente su voluntad.
monumento de Tomás Guido
Find a Grave
Cuál es la tumba con piedras de la Cordillera de Los Andes que está en el Cementerio de la Recoleta y cómo se construyó
El monumento fúnebre de Tomás Guido es una estructura singular dentro del Cementerio de la Recoleta. Su hijo, Carlos Guido Spano, poeta y escritor, decidió honrarlo utilizando rocas extraídas de la misma cordillera que su padre había cruzado décadas atrás en una de las expediciones más emblemáticas de la independencia sudamericana.
El traslado de estas piedras implicó un extenso viaje de aproximadamente 1.200 kilómetros hasta Buenos Aires. La tumba fue diseñada con un estilo austero, similar a una gruta, en contraste con otras construcciones más ornamentadas del cementerio. Además de las rocas andinas, el sepulcro está decorado con piezas de mármol, vidrios y esculturas, creando un espacio de homenaje sencillo pero con mucho significado.
monumento de Tomás Guido
Atlas Obscura
Al morir, en 1918, Carlos Guido Spano se sumó al reposo en este lugar. Sin embargo, un siglo después de la muerte de Tomás Guido, sus restos fueron trasladados a la Catedral Metropolitana de Buenos Aires, donde descansan junto a los del general San Martín.