Gran Hermano: un grito sobre Romina Uhrig desde el exterior desestabilizó la casa

Un grito que vino desde el exterior sacudió otra vez la Casa de Gran Hermano 2022 y la situación dio pie a que aparezcan las primeras especulaciones sobre el final del reality. Quien advirtió la secuencia fue Julieta Poggio, que está en placa con Romina Uhrig y Nacho Castañares y espera la decisión del público el día domingo.

La joven se encontraba en el patio con todos los hermanitos a excepción de Romina. Tanto Marcos Ginocchio y Nachito se asombraron de la capacidad auditiva de la modelo que pudo revelar el mensaje que lanzaron desde las inmediaciones de la casa durante la madrugada del viernes. "Romina, sos la próxima. El domingo te vas", habrían gritado.

"No entendí nada", comentó Nacho quien no pudo descifrar con claridad el mensaje. Sin embargo, Poggio dijo que había entendido todo. Su rival le consultó: ¿Qué escuchaste? y la joven reveló: "Escuché algo feo. Romina, sos la próxima. El domingo te vas". Nacho dudó de su interpretación y le retrucó: ¿Posta? ¿Todo eso entendiste?, a lo que ella cerró "Todo eso…"

Gran Hermano 2022: la broma de la producción que asustó a Romina y Julieta

En la casa de Gran Hermano quedan solo cuatro participantes y, luego de la eliminación de este domingo quedarán tres. Los ruidos y el vacío se sienten cada vez más. Fue entonces que Julieta y Romina se asustaron tras un intento de broma de la producción.

Sucede que mientras todos descansaban en el cuarto, se escucha un golpe con puño contra la pared. Automáticamente los hermanitos lo notan, culpan a Nacho, pero después se dan cuenta que fueron los trabajadores. Segundos más tarde, cortaron la transmisión.

“Dale, ¿qué pasa? La producción no va a estar jodiendo. Nunca nos hacen así jugando, dale no jueguen así, asustan”, expresó Romina apenas se sintieron los golpes en la pared cuando Romina se estaba maquillando, Marcos y Nacho estaban acostados y la exdiputada jugando con la perra.

La participante arremetió y amenazó a los productores: “Si llegan a golpear de vuelta voy al confesionario porque alguien que está trabajando acá nos quiere asustar. No nos pueden hacer así”.