Por entrar a Gran Hermano, Mauricio Guirao ganó el premio más deseado de su vida: obtener, junto a su madre, la tenencia de su hermanito adoptivo, algo que finalmente se pudo concretar con la acción de la producción y diferentes abogados.
Por entrar a Gran Hermano, Mauricio Guirao ganó el premio más deseado de su vida: obtener, junto a su madre, la tenencia de su hermanito adoptivo, algo que finalmente se pudo concretar con la acción de la producción y diferentes abogados.
Mauricio llegó a la gran final y fue el tercero en ser eliminado. Cuando salió de la casa intentó saludar a cada uno de los fans que lo esperaban en la calle y luego llegó el momento más emotivo, cuando vi a su hermano.
Mauricio corrió a saludarlo, mientras Rial intentaba frenarlo porque el menor de edad no podía ser mostrado. "Tranquilo, ya lo vas a poder ver", le decía el conductor al oído mientras lo contenía con un abrazo.
El martes Mauricio había querido abandonar el reality porque su objetivo ya estaba cumplido, pero luego de recibir ayuda psicológica terminó quedándose hasta el final.
El niño fue abandonado en un hospital con un mes de edad y la madre de Mauricio no dudó en darle lugar. La visibilidad del caso más la ayuda de la producción y los abogados Gestión de Bernardo Beccar Varela, Hugo Leguizamón y Cristian Marino lograron que la historia tenga ese final feliz.