Ubicado en el suroeste de Brasil, Mato Grosso do Sul es un estado fronterizo con Paraguay y Bolivia que alberga uno de los destinos más impactantes del ecoturismo sudamericano: Bonito. Este pequeño municipio se destaca por su entorno natural privilegiado, donde la transparencia de sus ríos, la riqueza de su biodiversidad y la presencia de cuevas milenarias forman un paisaje difícil de encontrar en otras regiones del país.
Lejos del turismo masivo de las playas brasileñas, Bonito ofrece un modelo sustentable que conjuga aventura y conservación. Su gran atractivo radica en la posibilidad de nadar entre peces de colores, explorar cavernas subterráneas y disfrutar de actividades acuáticas en escenarios vírgenes, todo dentro de un marco regulado que protege el equilibrio del ecosistema local. Es una experiencia inmersiva en la naturaleza, con propuestas para todas las edades y niveles de exigencia.
Este rincón verde del centro-oeste brasileño se posiciona como una alternativa ideal para el receso invernal de 2025, sobre todo para viajeros de países limítrofes como Argentina, Uruguay o Paraguay. La infraestructura turística de la región, junto con el enfoque ambiental que la distingue, convierten a Bonito en una opción atractiva para quienes buscan un descanso activo, lejos del ruido urbano y en contacto directo con lo esencial.
Bonito Brasil 2
Los ríos de Bonito ofrecen una claridad tan pura que permiten ver peces y plantas sin necesidad de bucear.
Tangol
Dónde queda Bonito
Bonito está ubicado en el suroeste de Brasil, dentro del estado de Mato Grosso do Sul, a aproximadamente 1.100 kilómetros de São Paulo y unos 1.300 kilómetros de Río de Janeiro. Rodeado por una exuberante vegetación y formaciones geológicas únicas, este destino se posiciona como una opción ideal para quienes buscan alejarse del turismo masivo sin renunciar a la comodidad y a una infraestructura preparada para recibir visitantes.
Qué puedo hacer en Bonito
Las aguas cristalinas de Bonito invitan a sumergirse en experiencias únicas. Uno de los sitios más emblemáticos es la Laguna Misteriosa, ideal para realizar paseos en barco, practicar buceo y explorar sus profundidades rodeadas de vegetación. La sensación de inmersión en este entorno natural se potencia por la transparencia del agua, que permite observar con claridad el fondo incluso a gran profundidad.
Otra actividad destacada es la fluctuación, una práctica que combina el nado con snorkel en ríos de corriente suave. En lugares como el Acuario Natural, el Río de la Plata y el Río Sucuri, esta modalidad permite desplazarse sin esfuerzo por el cauce mientras se observa la fauna acuática en su hábitat. La visibilidad es tal que se pueden distinguir cardúmenes de peces de colores, plantas subacuáticas y formaciones rocosas con gran detalle.
Además del contacto con la naturaleza, Bonito propone una inmersión total en un ecosistema cuidado, donde cada excursión está organizada para minimizar el impacto ambiental. Guiados por expertos locales, los visitantes pueden conocer de cerca la riqueza del entorno sin alterar su equilibrio, lo que convierte a este destino en un modelo de turismo responsable.
Cómo llegar a Bonito
Bonito Brasil 3
La Laguna Misteriosa es uno de los principales atractivos del destino, ideal para quienes practican deportes acuáticos.
Tangol
La forma más práctica de llegar a Bonito desde Buenos Aires es volando hasta el aeropuerto de Campo Grande, capital del estado de Mato Grosso do Sul. Desde allí, se puede continuar el viaje por tierra, ya sea en bus o traslado privado, hasta el centro de Bonito, un pueblo preparado para recibir turistas con múltiples opciones de alojamiento y servicios especializados para el ecoturismo. Esta combinación facilita el acceso a un destino que, aunque alejado de las grandes ciudades brasileñas, ofrece una experiencia natural única.