Vacaciones en Brasil 2025: el pueblo desconocido que es hermoso y místico

En el corazón del estado de Goiás, una meseta milenaria sorprende con cascadas turquesa, gemas brillantes y un aura espiritual difícil de explicar.

En el centro geográfico de Brasil, a tan solo unas horas de Brasilia, se despliega una de las joyas más ocultas del país: Chapada dos Veadeiros, un parque nacional de más de 65 mil hectáreas ubicado en el estado de Goiás.

Este rincón, desconocido para el turismo tradicional, ofrece una conexión intensa con la naturaleza a través de paisajes de belleza abrupta, una biodiversidad extraordinaria y un fuerte magnetismo espiritual que lo ha convertido en un refugio para buscadores de armonía interior y experiencias trascendentales.

La historia de esta región comienza en el siglo XX, cuando las primeras plantaciones de café y trigo se instalaron en la antigua Fazenda Veadeiros. Sin embargo, el auge de la agroindustria amenazó su preservación, lo que impulsó al gobierno de Juscelino Kubitschek a crear el parque nacional.

La iniciativa coincidió con otro ambicioso proyecto del exmandatario: fundar Brasilia como nueva capital, apenas a 231 kilómetros de distancia. Hoy, ambos puntos se conectan a través de la carretera GO-118, que lleva directamente al municipio de Alto Paraíso de Goiás.

Lo que diferencia a Chapada de otros destinos brasileños no es solo su geografía de llanuras flotantes y cascadas cristalinas, sino también la atmósfera enigmática que la envuelve. Con una historia milenaria escrita en piedra y cuarzo blanco, se convirtió en un epicentro para el turismo consciente, desde retiros espirituales hasta encuentros de observación de ovnis.

Chapada dos Veadeiros 2
El cielo limpio y estrellado de São Jorge convierte cada noche en una experiencia única en medio de la naturaleza.

El cielo limpio y estrellado de São Jorge convierte cada noche en una experiencia única en medio de la naturaleza.

Dónde queda Chapada dos Veadeiros

Chapada dos Veadeiros se ubica en la región central del estado de Goiás, dentro del bioma del Cerrado, considerado la sabana con mayor biodiversidad del mundo. El acceso principal está en la pequeña aldea de São Jorge, a unos 35 kilómetros del centro de Alto Paraíso de Goiás. Se puede llegar por la GO-118 desde Brasilia en un trayecto de aproximadamente dos horas.

La zona se encuentra sobre una placa subterránea de cuarzo que, según algunos especialistas en energía, potencia las experiencias sensoriales y espirituales. Esa característica atrajo desde los años 80 a practicantes de yoga, meditadores y guías espirituales que desarrollaron retiros inmersivos en medio de la naturaleza.

Qué puedo hacer en Chapada dos Veadeiros

El parque nacional invita a recorrer una serie de senderos que atraviesan formaciones rocosas surrealistas, como el Vale da Lua, donde el agua ha esculpido figuras en la piedra durante milenios, generando un paisaje lunar. Las cachoeiras, o piscinas naturales, son el gran atractivo: caídas de agua que superan los 120 metros y pozos turquesa ideales para nadar.

También es común el avistaje de fauna: más de 300 especies de aves conviven con tapires, monos, lobos de crin y hasta pumas. En los alrededores, lugares como el Jardim de Maytrea y Dhyan, un punto de meditación en Moinho, ofrecen experiencias más introspectivas, sin conexión digital, donde reina el silencio y la contemplación.

Cómo llegar a Chapada dos Veadeiros

Jardim de Maytrea 3
Chapada dos Veadeiros se convirtió en un polo de turismo místico, ideal para retiros y contemplación.

Chapada dos Veadeiros se convirtió en un polo de turismo místico, ideal para retiros y contemplación.

Desde Brasilia hasta Alto Paraíso de Goiás hay aproximadamente 230 kilómetros, un recorrido que se puede hacer en unas dos horas y media por la carretera GO-118, en muy buen estado y con señalización clara. Desde Alto Paraíso, se deben recorrer otros 35 kilómetros para llegar a São Jorge, la aldea más cercana a la entrada principal del parque nacional. Aunque la mayoría elige ir en auto, también existen opciones de ómnibus y traslados privados, aunque menos frecuentes.

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