Aunque ocupa solo el 1% del territorio argentino, la provincia de Misiones es una de las más elegidas por el turismo por sus atractivos. La razón está a la vista: una selva subtropical exuberante, con árboles de hasta 45 metros de altura, más de 800 cursos de agua y vestigios de antiguas reducciones jesuíticas que datan del siglo XVII.
Dentro de esta geografía única se encuentra uno de los rincones menos conocidos y más impactantes de la región: el Parque Provincial Moconá. Ubicado dentro de la Reserva de la Biosfera Yabotí, este espacio protegido alberga formaciones naturales imponentes y una biodiversidad incomparable. Allí, los protagonistas absolutos son los saltos del mismo nombre, un fenómeno hídrico que no se encuentra en ningún otro punto del planeta.
Además de las cascadas, el parque permite una inmersión completa en la naturaleza a través de senderos selváticos, actividades náuticas y la posibilidad de alojarse en un lodge ecológico en medio de la espesura. Todo esto convierte a Moconá en un destino ideal para quienes buscan una experiencia diferente, lejos de los circuitos tradicionales.
Saltos-del-Mocona
Turismo en Argentina
Saltos del Moconá:
Los Saltos del Moconá (del guaraní “el que todo lo traga”) son una particularidad geológica: un cañón longitudinal de tres kilómetros de largo por donde el agua del río Uruguay cae en forma paralela a su cauce. Estas caídas pueden variar entre dos y diez metros de altura, dependiendo del nivel del agua.
El espectáculo es aún más impresionante desde una lancha: las excursiones guiadas permiten acercarse a los saltos de forma segura, con salidas desde el embarcadero Piedra Bugre. La actividad depende del caudal del río, por lo que se recomienda consultar con antelación.
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Excursiones de senderismo
Quienes deseen conocer la selva a pie pueden optar por tres circuitos de trekking señalizados, de distintas dificultades. El Sendero Chachi, de 1800 metros y dificultad baja, es ideal para familias o personas sin entrenamiento. El más corto, La Gruta, tiene solo 600 metros pero una exigencia alta, con desniveles pronunciados.
Finalmente, el acceso al embarcadero Piedra Bugre, de dos kilómetros y también con dificultad alta, ofrece un recorrido escénico entre vegetación nativa, mariposas y, ocasionalmente, monos aulladores o tucanes.
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Moconá Virgin Lodge
Para quienes buscan una estadía distinta, el Moconá Virgin Lodge ofrece una experiencia de inmersión total en la naturaleza. Se trata de un hotel boutique construido sobre pilotes de madera, en medio de la selva misionera, sin alterar el entorno.
Además de descansar en confortables habitaciones con vista al verde, los huéspedes pueden realizar actividades como tirolesa, arquería, caminatas nocturnas, fogones junto al arroyo Yabotí y disfrutar de platos típicos en su restaurante. El contacto con la biodiversidad es permanente, sin perder comodidad ni seguridad.