Ni azúcar ni harina: receta de un delicioso budín de manzana para merendar a la tarde

Un budín casero, húmedo y esponjoso, sin azúcar ni harina refinada, puede ser la opción perfecta para disfrutar a la hora de la merienda. Este postre saludable a base de manzana, coco y chía, es una alternativa nutritiva para quienes quieren cuidar su alimentación y comer algo con buen sabor. Es ideal para compartir con el mate o el café y se prepara con ingredientes simples y accesibles.

Mientras cada vez más personas eligen reducir el consumo de ultraprocesados, recetas como esta ganan protagonismo en la cocina diaria. La mezcla de frutas naturales con semillas y endulzantes más amigables con el organismo permite mantener una dieta equilibrada, sin dejar de disfrutar de momentos dulces. Además, al no contener harinas tradicionales, es apto para quienes buscan disminuir la ingesta de gluten o evitar azúcares añadidos.

Con pocos pasos y un tiempo de cocción moderado, este budín se convierte en una excelente alternativa para sumar a cualquier plan de alimentación con el que se busque aportar ingredientes nutritivos al organismo. Su textura suave y su aroma a manzana y vainilla lo llevan a otro nivel, confirmando que es una muy buena idea.

Budín manzana

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Cómo hacer el budín de manzana sin azúcar ni harina

Para preparar este budín sin harinas ni azúcar, primero hay que precalentar el horno a 180 grados. Mientras tanto, en un bol amplio, se mezclan cuatro huevos con dos cucharadas de miel, dos cucharadas de semillas de chía y una cucharada de esencia de vainilla o, si se prefiere, canela.

Una vez integrados estos ingredientes líquidos, se incorporan diez cucharadas de coco rallado. Después, se suman dos manzanas previamente ralladas o picadas finamente, junto a una cucharadita de polvo para hornear y un puñado de nueces picadas, que le aportan sabor.

Budín manzana

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La mezcla se vierte en una budinera engrasada, ya sea con manteca o con un poco de aceite en spray. Se lleva al horno durante unos 30 a 40 minutos, o hasta que al introducir un cuchillo en el centro del budín, salga limpio. El resultado es un postre dorado por fuera, húmedo por dentro y lleno de sabor natural, ideal para disfrutar en cualquier momento del día.