Combate medieval: con hachas, escudos y armaduras, un deporte que combina curiosidad y destreza

Una disciplina para la que no solo se requiere de habilidades de lucha, sino que también exige una preparación física intensa.

Sentirse un guerrero de la época del Rey Arturo no es imposible: el combate medieval en Argentina crece día a día y busca instalarse como un deporte de alta adhesión. A las artes marciales mixtas se le suman las armas, que le dan un toque de dificultad, pero a la vez constituyen el elemento distintivo.

Si bien empezó como una disciplina recreativa, en el país hay por lo menos 20 equipos que entrenan y compiten a nivel nacional e internacional. C5N visitó Valherjes, el club más ganador de Sudamérica, que tiene base en zona Sur y también en Mataderos, en el club Sol de Mayo.

Es común pensar que quienes lo practican lo hacen porque tienen cierta afición por la historia, pero hoy en día, el atractivo es su desafiante competitividad. Desde su llegada al país en el año 2012, este curioso deporte suma cada vez más fanáticos.

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Los peleadores compiten por rounds y por tiempo.

Los peleadores compiten por rounds y por tiempo.

Una de las disciplinas más conocidas de este deporte es el Buhurt, competencia al mejor de tres rounds dentro de una zona delimitada, cuyo objetivo es tirar al contrincante para dejarlo fuera de la competición. Pablo Villani, presidente de Valherjes, contó que existen "combates de 5 contra 4, hoy en día no hay casi disciplinas de combate múltiple. Si bien no siempre se trata de pegar, lo importante es aplicar una buena técnica de derribos".

Los derribos son prácticamente la llave para ganar en este deporte: una vez que un peleador tiene más de 3 puntos de apoyo en el suelo, se considerará caído y queda fuera de competencia.

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Valherjes, el equipo de combate medieval más ganador de Sudamérica tiene sede en el club Sol de Mayo, en Mataderos.

Valherjes, el equipo de combate medieval más ganador de Sudamérica tiene sede en el club Sol de Mayo, en Mataderos.

El entrenamiento es sumamente exigente, porque no solo se requiere estar instruido en la cuestión de las armas, sino que también requiere resistencia física para llevar al menos 20 kilos de armadura, más las armas en cuestión. Los propios peleadores aseguran que realizan entrenamientos parecidos a los que se practican en los deportes de contacto como el boxeo o las artes marciales mixtas.

En cuanto a las armas, las más comunes son el falchion (que es como una espada, pero con más peso en la punta y que puede lastimar extremidades pero no lesionar), hachas de una y dos manos, escudos y mazas. Villani comentó que "cada peleador deberá decidir con qué arma se siente más cómodo para pelear".

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Hacha, casco y escudo: las claves para comenzar a pelear.

Hacha, casco y escudo: las claves para comenzar a pelear.

Las armaduras, en tanto, también son un mundo aparte: a lo largo del tiempo, el metal fue evolucionando para hacerlo más liviano y así facilitar el movimiento de los peleadores en el terreno de batalla. En general son hechas en Europa, aunque hay muchas que las fabrican herreros argentinos.

En el país, según contaron desde Valherjes, son a medida, propias de cada peleador, el material que se usa es chapa y su precio ronda los u$s4.000. Y ojo a este dato: "No se puede usar cualquier armadura. Las permitidas para este deporte son copias de modelos originales de la Edad Media que se encontraron en excavaciones, museos o libros".

Cuáles son los golpes prohibidos en el combate medieval

  • Pies
  • Ingles
  • Cuello
  • Nuca
  • Axilas
  • Detrás de las rodillas
  • Sumisiones por dolor (asfixia o articulación)

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