Las emociones estarán a flor de piel este fin de semana con la Luna transitando por Leo y luego por Virgo. ¿Qué significa esto para tu energía, tu ánimo y tus vínculos? Te lo contamos, día por día.
A nivel energético, ambos días proponen un equilibrio entre el deseo de brillar y la necesidad de sanar. Primero expresamos, después ordenamos.
Las emociones estarán a flor de piel este fin de semana con la Luna transitando por Leo y luego por Virgo. ¿Qué significa esto para tu energía, tu ánimo y tus vínculos? Te lo contamos, día por día.
El satélite lunar tarda aproximadamente 2 días y medio en transitar cada signo del zodíaco, lo que significa que cambia de signo cada dos días aproximadamente. Este movimiento rápido es el motivo por el cual los sentimientos, los estados de ánimo y la vibra general pueden variar tanto de un día a otro: la luminaria rige el mundo emocional y su paso por cada signo tiñe el clima interno colectivo y personal.
No te quedes atrapado en lo que no sale como queres. El impulso leonino quiere jugar, el virginiano quiere mejorar. Encontrá el equilibrio entre lo que disfrutás y lo que necesitás sostener. Es un finde para regular tu fuego interior y reconectar con tu propósito sin perderte en el ego ni en la autoexigencia. Primero sentimos, después entendemos. Si sabés leer el ritmo del cielo, vas a poder aprovecharlo a tu favor. Frase para el finde: "No hay emoción desmedida cuando el corazón está aprendiendo a conocerse." – Clarissa Pinkola Estés.
Después de la Luna Nueva en el signo del león del 24, el cielo sigue vibrando con una necesidad profunda de mostrarnos auténticos. El sábado, el astro aún en Leo continúa activando la búsqueda de atención, afecto y validación. No es un día para pasar desapercibidos: todo lo contrario, el pulso vital se vive con intensidad, y puede haber tendencia al drama si no nos sentimos vistos o valorados.
El 27, el clima cambia por completo. Con la Luna entrando en Virgo, las emociones se vuelven más prácticas, silenciosas y analíticas. Después de tanto fuego, necesitamos orden. Es un buen momento para cuidar el cuerpo, revisar rutinas, limpiar la casa (y la cabeza), y priorizar lo que es útil, saludable y verdadero.