Un informe realizado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) reveló que el 20% de la población decide tener menos hijos por el temor a futuro, marcando de esta manera un descenso de la baja de la tasa de natalidad a nivel mundial. En Argentina, los nacimientos cayeron un 40% desde 2014, marcando el descenso más brusco en América Latina.
Del relevamiento se desprende que algunos de los principales obstáculos a la hora de decidir procrear son: el discurso político, las políticas de salud, la inestabilidad financiera y el cambio climático.
Esta situación provocó que se pasara de "un mundo de rápida expansión demográfica a mediados del siglo XX a un período de tasas de fertilidad en declive”, expresó la directora ejecutiva del UNFPA, Natalia Kanem.
La encuesta muestra que, sobre una base de 14.000 encuestados de 14 países diferentes, casi una de cada cinco personas citó el temor al futuro como un factor que afecta su decisión de tener menos hijos de los que desearían, incluyendo preocupaciones sobre el cambio climático, la degradación ambiental, las guerras y las pandemias. Mientras tanto, el 39% reportó limitaciones económicas como un factor decisivo.
Los países incluidos en el estudio representan a un tercio de la población mundial. Estos son: Corea del Norte (el país con la tasa de fertilidad más baja), Nigeria (con la más alta) y Estados Unidos (ubicado en un punto intermedio).
Baja de la natalidad a nivel mundial: los motivos
Según el estudio, los principales motivos que explican la caída de la tasa de natalidad son:
- Salud, incluyendo infertilidad y falta de atención médica
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Economía, como desempleo o condiciones de vivienda
Cambios de deseo, por decisiones personales o de pareja
Preocupaciones sobre el futuro, como el clima o la política
Otros, como la falta de pareja o presiones sociales
“Es difícil no concluir que estas preocupaciones —que ciertamente ameritan respuestas políticas— están enraizadas en nociones obsoletas sobre quién debería reproducirse y por qué, y en la idea de que alcanzar la tasa de natalidad ‘deseada’ por un país garantizará su seguridad económica y política”, expresó Kanem.