Bajos salarios, sobrecarga laboral y falta de desconexión: las causas del burnout en Argentina

Un informe expuso que 9 de cada 10 argentinos sufre el síndrome del trabajador quemado y el país lidera el ranking en la región. Los especialistas advirtieron por el efecto de la hiperconectividad y alertaron por las consecuencias del agotamiento extremo vinculado a lo laboral, en el marco del momento económico.

El estrés y la desmotivación son los principales disparadores del síndrome de burnout o del trabajador quemado en la Argentina, a lo que se suman los bajos salarios o insuficientes, un exceso de cargas laborales, puestos de empleo sólo ocupados por una necesidad sin vocación y la falta de desconexión o tiempo para realizar otras actividades como el ocio o los vínculos personales. Se trata de una situación que volvió a estar en el centro de la escena en el marco del Día del Trabajador.

El burnout consiste en un agotamiento extremo generado por un estrés sostenido en los trabajos. Mientras se aguarda por los datos de 2025, una encuesta de la plataforma de empleo Bumeran advirtió que 9 de cada 10 trabajadores argentinos reconocieron que sufren el síndrome hacia fines de 2024 y el 56% respondió que trabaja durante más horas de lo que dura la jornada laboral.

En tal sentido, el informe, del que participaron 5.899 personas, también expuso que con el 91%, la Argentina lidera el ranking de burnout en la región, mientras que por detrás se ubicaron Chile (89%), Panamá (88%), Perú (82%) y Ecuador (78%). El contrapunto es que a pesar del gran volumen de personas, hubo una baja debido a que en 2023 se había registrado un 94%.

Trabajadores de la construcción
El burnout afecta a varios trabajadores argentinos.

El burnout afecta a varios trabajadores argentinos.

También hay otro dato que manifiesta la falta de reacción, ya que cuando se consultó si realizan alguna tarea para afrontar la situación, la opción "ninguna actividad" cosechó un 23%, sólo superada por la respuesta de llevar adelante ejercicios como yoga o la gimnasia, que alcanzó un 35%.

Los resultados van en línea con las estadísticas que se arrojaron en un estudio de las organizaciones Voices! y Win International, que advirtieron que la Argentina es el segundo país del mundo con peor autoevaluación del estrés general con un 54%. Encabeza Perú (59%) y el podio lo cierra Nigeria (51%).

En este escenario, además hay un contexto económico insoslayable relacionado con el burnout, que se trata del pobre nivel del Salario Mínimo, Vital y Móvil, que es de $296.832, una cifra baja para afrontar las necesidades básicas. Por su parte, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) dio a conocer que el índice de sueldos del sector privado registrado tuvo un incremento del 2,3% en febrero, por lo que quedó debajo de la inflación de ese mes, que fue del 2,4%.

La hiperconectividad en la post pandemia, una causa clave del burnout

Los psicólogos y especialistas coincidieron en que los cambios en la manera de trabajar que impuso la pandemia del Covid-19 es uno de los principales motivos por los que hay una gran cantidad de trabajadores argentinos con el síndrome de burnout.

"La causa de por qué hoy hablamos tanto de burnout tiene que ver, en principio, con la pandemia, que aceleró muchos de los procesos. Fue un catalizador de muchos aspectos que les pasó a las personas después. Una de las claves es la hiperconexión todo el día. El trabajo remoto y el miedo a quedarse sin trabajo disolvió los límites entre el descanso y el trabajo. Apareció una nueva cultura de estar siempre disponible al otro. Además, el no hacer nada está mal visto", advirtió el psicólogo Diego Quindimil en diálogo con C5N.

En tal sentido, apuntó hacia el panorama en la Argentina: "Estamos atravesados por un contexto muy volátil, incierto, cambiante y ambiguo. Eso es un caldo de cultivo en donde la ansiedad es una marca registrada. Los niveles de ansiedad que dan lugar luego al estrés hacen que, estemos con los estados alterados y con altibajos emocionales".

home office
El trabajo remoto juega un papel clave en el burnout.

El trabajo remoto juega un papel clave en el burnout.

"Para analizar si los casos de burnout pueden aumentar o no hay que tener en cuenta distintos factores como el funcionamiento de la economía, porque también la incertidumbre económica favorece a que las personas estén inestables, angustiadas y ansiosas", expresó.

Por su parte, la psicóloga Paola Aquino concordó con C5N sobre las condiciones laborales. "Hay series o situaciones que van pasando previo a que llegue el burnout. Una de las causas principales es cómo se está viviendo porque más allá de que es un diagnóstico que se da en el ámbito laboral de un agotamiento emocional y de sentir que uno no llega con el sueldo, también influyen las nuevas tecnologías, que llevan a que la gente no termina de cortar, como por ejemplo con el home office".

"Una de las grandes causas es el contexto, donde todo es para ayer y eso lleva a tener que cumplir ese objetivo. Si para una persona el 50%, 60% o 70% es el trabajo, está mal porque significa que no hay tiempo para el ocio, los vínculos o realizar deporte. El agotamiento, la despersonalización, los sentimientos de 'no tengo valor' o de 'no tiene sentido lo que estoy haciendo' están aumentando por las imposiciones", señaló en esta línea.

¿Un cansancio normal o un caso de burnout?

Por otro lado, los expertos alertaron que el burnout también puede tener efectos físicos que traspasan a la salud mental. "El quiebre es cuando alguien se enferma o el cuerpo ya no le responde. Por esto es importante hacer detecciones o escuchar las señales de mucho cansancio, desmotivación o irritación", marcó Aquino.

En esta línea, añadió que "puede ocurrir desde una gripe hasta una enfermedad autoinmune. También puede haber dolores musculares, insomnio, ansiedad o palpitaciones".

En tanto, Quindimil diferenció la situación de un cansancio normal sobre el síndrome del trabajador quemado: "El burnout no es simplemente estar cansado. Por ejemplo, si una persona toma un colectivo por dos horas, trabaja otras ocho o nueve y después toma otro colectivo por otras dos horas, cuando llega a su casa es normal que esté cansada. El burnout no se trata de cansancio físico, sino de un agotamiento emocional y cierta despersonalización".

En tal sentido, el psicólogo se refirió a un caso: "Los estudiantes de medicina estudian como diez años para recibirse. Una médica me dijo 'no quiero hacer más este trabajo, me equivoqué de carrera'. Entonces, uno puede pensar '¿cómo alguien que estudió diez años y trabajó se equivocó de carrera?' La respuesta sobre el burnout va en esa línea. Es una vocación durante una vida y no se le encuentra sentido".

Las medidas a tomar para afrontar el burnout

Los empleados que sufren burnout afrontan el objetivo de recuperarse del síndrome, aunque se deben llevar a cabo acciones mancomunadas con las compañías. "Después de la pandemia del Covid-19, ahora empieza a haber de nuevo un modelo anterior al del aislamiento, con 5 días presenciales o límites claros en los horarios laborales", afirmó el gerente de Hiring Room, Tomás Bence Pieres, en diálogo con C5N.

"Eso puede llevar a la pérdida o la disminución del estrés. Sin embargo, en la medida de que siga existiendo la hiperconectividad y los roles sean cada vez más multifuncionales, esto va a seguir pasando", agregó en este marco.

También, se refirió a los cambios en las conductas de los trabajadores: "Quizás, antes un empleado no levantaba la mano si se sentía quemado o si se sentía totalmente estresado porque consideraba que podría llegar a quedarse sin trabajo. Hoy, el tema está mucho más sobre la mesa y eso es saludable porque uno cuando llega a un límite, quizás se siente más resguardado".

Covid 19 médicos
El rubro de la salud es uno de los más expuestos al síndrome del quemado.

El rubro de la salud es uno de los más expuestos al síndrome del quemado.

En tanto, Aquino apuntó hacia las desconexiones laborales. "Aconsejo tener un espacio terapéutico donde se pueda hablar, realizarse chequeos médicos, tener momentos de ocio como hacer yoga, meditar, encontrarse con la naturaleza y registrar los sentimientos porque si una persona llegó a tener burnout, es porque no se dio cuenta de los hechos previos. Además, es importante desconectarse de los teléfonos celulares y especialmente de las redes sociales", expresó.

"Nosotros mismos somos nuestro peor jefe porque hay una autoexigencia más de la cuenta. Hay riesgos de que la próxima pandemia sea de salud mental. Esta es una pandemia silenciosa. El burnout, el estrés, la ansiedad, la depresión, el agotamiento y las adicciones tecnológicas son síntomas emergentes y no hay una vacuna. Entonces, hay que trabajar en cuidado, prevención y tener conciencia social", añadió Quindimil por su lado.

El papel de las empresas

En tanto, Bence Pieres remarcó el rol de las empresas: "Hay que considerar que sufren que los empleados tengan un menor rendimiento. Cuando las personas están muy estresadas, rinden menos. Hoy, el desafío es que las compañías entiendan que a las nuevas generaciones no solamente les importa en dónde trabajan y cómo trabajan, sino también para qué trabajan y el impacto que generan en esos roles".

No obstante, Aquino advirtió: "En general, a las empresas les importa el rendimiento y cumplir objetivos. No están abocadas a que el empleado esté bien emocionalmente. Igualmente, también hay organizaciones más novedosas que tienen un horario de descanso o cortes, además de talleres. Sin embargo, los superiores se dan cuenta recién cuando los empleados bajan el rendimiento. Antes de eso, en líneas generales, no toman medidas para prevenir".

En esta línea, en un informe, la Organización Internacional del Trabajo dio a conocer un informe en el que señaló que una disminución de las jornadas laborales y una flexibilidad en el tiempo de trabajo puede favorecer a los empleados, empresas y la economía para lograr un equilibrio entre el empleo y la vida personal. También advirtió que se requiere de políticas públicas para promover una armonía.

Un fenómeno que afecta más a los profesionales

También, frente al avance del burnout, se busca enfrentarlo y disminuir su tasa de incidencia en las encuestas, mientras se espera por si se dará a conocer estadísticas oficiales. En tal sentido, Aquino advirtió que en algunos casos se hace corriente el síndrome y marcó un equilibrio entre los sexos: "El burnout se naturaliza mucho. Antes, se presentaba más en el hombre porque a nivel cultural siempre se reprime más en las emociones y es el que termina con mayor carga de estrés. Ahora está equiparado".

En este escenario, la psicóloga diferenció las situaciones sobre los rangos etarios. "Los jóvenes de entre 19 y 25 años ven el ámbito laboral de una manera distinta al de las personas de entre 30 y 40 porque hoy en día si algo no les gusta del trabajo, se van", marcó.

"La gente que es mayor por lo general tiene más necesidades económicas, por lo que piensan 'no puedo dejar el trabajo así porque sí. Voy a seguir aguantando'. Las personas más afectadas por el burnout son de entre 30 y 35 años en adelante por una cuestión de carga, hay varios que tienen hijos", añadió.

Por último, Quindimil hizo alusión a los puestos con mayor carga de burnout: "El síndrome de burnout empieza en las profesiones que tienen una tarea de cuidado extremo, como los enfermeros o docentes, que son trabajos que requieren una carga emocional muy fuerte. Luego, eso se puede extender a otros tipos de trabajos".

"El burnout se presenta mucho más en los profesionales. Por lo general, es en personas con rangos altos porque tienen una responsabilidad mayor. También se registra en otras profesiones como médicos o psicólogos, que se trata de profesiones que implica tener que estar a la merced de otro", sumó Aquino por su parte.

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