La indignación de los seguidores de Instagram comenzó por una foto en donde se la pudo ver acariciando a un delfín dentro de una pileta junto con la leyenda "toqué la pancita de un delfín mientras lucía un gorro de camionero en 2004".
La imagen mostraba otros delfines en el borde de la pileta que también estaban siendo tocados por otras personas y la furia no tardó en llegar. Para remediarlo, Larson editó el comentario agregando "edit: no soporto la crueldad animal" y luego hizo un largo descargo.
"Subí una foto que encapsulaba un momento tonto de mi extraña vida. Me olvidé de que a través de las redes sociales y de algunas entrevistas ustedes no pueden conocer mis preocupaciones. Todos deberíamos preocuparnos por el bienestar de los animales. Sí, por el de los delfines junto con el resto de las criaturas. Hay problemas con los animales en cautiverio. Hay problemas con los animales que viven en lo salvaje. Siempre fue mi prioridad hablar por quienes no pueden hacerlo. Me disculpo si creyeron que esa foto daba a entender que apoyo la crueldad animal. En los comentarios siéntanse libers de discutir y compartir artículos, pensamientos, preocupaciones y cualquier cosa convierta a esto en un espacio de educación para mí y quienes estén interesados. Debemos recordar que todos podemos cometer errores pero también podemos, juntos, aprender de ellos".