Entre montañas imponentes y caminos de tierra, hay destinos en Mendoza que parecen diseñados a medida para los que prefieren el sonido de un arroyo antes que el de un motor, y el crujido de las piedras bajo los pies en lugar de la música a todo volumen. Son lugares donde el tiempo se desacelera y cada vista parece una postal.
Así, como sin querer, aparece El Salto. Un rincón que no pretende deslumbrar con artificios, porque su encanto está en lo natural. Este paraje mendocino, escondido entre montañas y rodeado de ríos, se ha convertido en el destino favorito de quienes buscan aventura, tranquilidad y contacto genuino con el entorno.
El Salto
Potrerillos Turismo
Dónde se ubica El Salto
El Salto está escondido en el distrito de Potrerillos, dentro del departamento de Luján de Cuyo. Se encuentra a unos 80 kilómetros de la ciudad de Mendoza y el viaje hasta allí no supera las dos horas en auto.
La cercanía con la capital provincial, lo hace ideal para una escapada rápida. Sin embargo, al llegar, todo cambia: el ritmo, el aire, los sonidos. El entorno natural, rodeado de cerros, ríos y una vegetación generosa, transforma la experiencia por completo.
Es un refugio montañés perfecto para quienes huyen de los destinos saturados y buscan un rincón donde la naturaleza sigue siendo la protagonista.
Qué hacer en El Salto
Quien llega a El Salto no tarda en entender por qué se ha vuelto un secreto tan bien guardado. La cascada del mismo nombre es el gran imán del lugar. Su agua, que nace del deshielo, cae entre piedras y vegetación en una escena que hipnotiza. Durante el verano, el caudal gana fuerza y la vista es simplemente espectacular. En invierno, se congela y regala un paisaje completamente distinto, pero igual de impactante.
El pueblo y sus alrededores también ofrecen múltiples actividades para quienes buscan moverse: trekking por senderos naturales, escalada en roca, cabalgatas y caminatas en paisajes que parecen no terminar. El terreno montañoso se presta a la aventura sin dejar de ser accesible para quienes recién se inician.
Además, hay cabañas, hosterías y algunas propuestas gastronómicas, que permiten al visitante descansar como se debe después de un día en movimiento. No se trata de lujo, sino de comodidad en sintonía con el entorno. Ideal para respirar hondo, bajar un cambio y reconectar.
Cómo llegar a El Salto, Mendoza
Desde la ciudad de Mendoza, se toma primero la Ruta Nacional 40 durante unos 27 kilómetros, para luego empalmar con la Ruta Nacional 7 y avanzar otros 40 kilómetros. El último tramo, por la Ruta Provincial 89, conduce directamente al destino después de unos 13 kilómetros más.
El trayecto completo lleva poco más de una hora y veinte minutos, y ofrece vistas increíbles en el recorrido. No hace falta ser un experto en mapas ni tener un vehículo especial: el acceso es fácil y el viaje vale cada curva.
Para quienes buscan escapar de la rutina sin alejarse demasiado, El Salto aparece como una opción perfecta. Aventura, naturaleza y calma, todo en un solo lugar.