Tras un 2024 con resultados negativos para los empresarios Pymes, el presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, manifestó sus “dudas” sobre el futuro de la actividad fabril manufacturera, ante el plan económico que se implementará en el país luego del inminente acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que el presidente Javier Milei anunció a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU).
Por ese motivo, en una reunión que se realizará en los próximos días, el dirigente pedirá a las autoridades nacionales una “orientación” sobre el rumbo en materia productiva. “Entendemos que el acuerdo con el FMI es importante para el plan que trazó el Gobierno. Ahora, lo que queremos saber las Pymes es si el ingreso de esos dólares tendrá una consecuencia planificada a favor de la producción nacional. Porque la apertura de las importaciones que se vio hasta el momento generó un desbalance en la competitividad, debido a que los costos fijos y variables encarecieron a los productos nacionales y la baja de aranceles benefició a las empresas del exterior. Así quedó demostrado en el mal desempeño de la industria en 2024”, aseguró Rosato.
El Observatorio IPA confirmó que la Actividad Económica medida por el INDEC (EMAE) “mostró un crecimiento del 5,5% interanual y un leve avance del 0,6% mensual”, aunque el informe aclaró que “el dato no cambia lo esencial: 2024 fue un año durísimo, con una caída del PBI del 1,7% %”. “Medir diciembre contra el derrumbe del mismo mes del 2023 hace que todo parezca mejor de lo que es. ¿Será 2025 el año del repunte que promete el FMI? Todo indica que la respuesta no es sencilla y dependerá de muchos factores”, enfatizó.
El Observatorio IPA, que conduce Federico Vaccarezza, señaló que “la inflación muestra signos de mejora” y destacó que “el IPC de febrero fue del 2,4%, con una leve suba mensual, pero una clara desaceleración interanual”. “Buen dato, aunque el acumulado anual sigue en un alto 66,9%. Ahora, la gran pregunta es si este repunte marca un piso en la baja de la inflación o si responde a expectativas de devaluación. ¿Estamos frente a un respiro temporal o a un nuevo giro en la tendencia? Marzo nos dará la respuesta”, preguntó.
El informe mostró una de las grandes preocupaciones de las Pymes: “El consumo sigue en caída libre: en 2024, las ventas en supermercados bajaron un 11,1%, acumulando 14 meses seguidos de caída interanual. En los mayoristas, el panorama fue aún peor, con una baja del 14,5% en diciembre y un desplome del 15% en el año. ¿Y qué esperan los supemercadistas para 2025? Solo el 17% cree que las ventas mejorarán, mientras que la mayoría asume que todo seguirá igual de deprimido. El optimismo se desvanece y el escepticismo gana terreno. ¿Habrá un punto de inflexión o el consumo seguirá en picada?”
En torno al dólar, el Observatorio IPA alertó que “las expectativas de devaluación siguen en el centro de la escena”, al sostener que “a pesar del crawling peg, el déficit en cuenta corriente, la fuga de divisas y la caída de reservas hacen que la sostenibilidad del esquema sea cada vez más dudosa”. “En marzo, el BCRA vendió USD 474 millones para sostener el peso, pero las reservas siguen cayendo y ya rondan los USD 28.000 millones. Mientras el FMI exige devaluación y ajustes como condición para nuevos desembolsos, el mercado se mantiene cauteloso y proyecta un dólar mayorista a 1.070 pesos para fin de mes. La luz amarilla de febrero se torna cada vez más naranja. ¿Se viene un ajuste más abrupto o el gobierno logrará evitarlo?”, enfatizó.
Uno de los puntos sensibles es la actividad manufacturera que, si bien “mostró un crecimiento del 7,1% en enero de 2025”, dejó “un asterisco: la comparación es contra una fuerte caída del 12,3% del mismo mes del año anterior”. “Si bien es el segundo mes consecutivo de mejora interanual, la reactivación aún no se consolida. Para tener un panorama más claro del primer trimestre, habrá que esperar los datos de febrero, aunque todo indica que la actividad sigue frágil. ¿Es un rebote genuino o solo un alivio momentáneo?”, se preguntó.
La capacidad instalada de la industria exhibió en enero pasado un “66% de utilización, recuperándose 11,4 puntos respecto al mismo mes del año anterior”, aunque destacó “el desplome de noviembre y diciembre de 2024”. “La industria aún espera señales más claras de una reactivación sostenida”, sostuvo.
Otro dato relevado por el Observatorio IPA es en materia de comercio exterior, al señalar que “en 2024, Argentina alcanzó un récord histórico con un superávit comercial de usd18.899 millones, impulsado por la recuperación de las exportaciones agropecuarias, el auge del petróleo de Vaca Muerta y la caída de las importaciones”.