Boca está atravesando uno de los momentos futbolísticos e institucionales más difíciles de los últimos años. Eliminado de la Copa Libertadores y de la Copa Argentina, el único frente que tiene abierto hasta fin de año es el Torneo Clausura, donde solo consiguió 2 puntos de 9 posibles.
En este contexto, Claudio "Bichi" Borghi, quien dirigió al Xeneize durante 14 partidos en 2010, realizó un duro diagnóstico sobre el presente del club. "Boca no tiene estructura ni un equipo. No tiene algo que lo sostenga", aseguró a ESPN, y remarcó que esta es "la crisis más importante desde hace muchísimo tiempo".
"En el fútbol está lo importante y lo urgente: lo importante es jugar bien y lo urgente es ganar. A veces lo urgente es tan necesario que no te permite jugar bien, porque continuamente estás siendo juzgado por el partido perdido. Hoy en los equipos que entran y salen jugadores es difícil mantener la estructura", analizó.
Borghi también se refirió al rol del presidente del club, Juan Román Riquelme, quien quedó en el centro de las críticas. "Es uno de los mayores ídolos de Boca. Como jugador fue maravilloso. A Román lo hubiese preferido cerca de un vestuario o de entrenador", reconoció.
"No sé cómo lo hace como dirigente. Es una persona que es querida, pero evidentemente cuando no salen los resultados ni siquiera el ídolo se salva", señaló. También celebró la llegada de Leandro Paredes, pero advirtió que "solo no hace un equipo". "Ese equipo tiene que ayudarlo a que tenga rendimientos importantes", sostuvo.
Los números de Bichi Borghi como DT de Boca
Claudio "Bichi" Borghi debutó en 1981 en Argentinos Juniors y tuvo una exitosa carrera como mediocampista que incluyó etapas en Milan, River, Flamengo, Independiente, Unión, Huracán, Colo Colo y Platense, entre otros clubes. Fue campeón del Mundial de 1986 con la Selección argentina.
Después de colgar los botines, en 2002 inició su carrera como entrenador en Audax Italiano. En mayo de 2010 fue presentado como el nuevo DT de Boca, cargo que ocupó hasta el 17 de noviembre de ese mismo año: renunció tras perder el Superclásico por 1 a 0. Durante esos seis meses dirigió 14 partidos en los que obtuvo 5 victorias, 2 empates y 7 derrotas.