Los investigadores de la Universidad de Gottingen en Alemania detectaron que un exoplaneta, es decir, un planeta que se encuentra fuera del Sistema Solar, tiene vientos récord que superan los 32.000 kilómetros por hora.
Investigadores de la Universidad de Gottingen detectaron que el WASP-127b tiene una corriente de aire más veloz que cualquiera otra conocida.
Los investigadores de la Universidad de Gottingen en Alemania detectaron que un exoplaneta, es decir, un planeta que se encuentra fuera del Sistema Solar, tiene vientos récord que superan los 32.000 kilómetros por hora.
El hallazgo es en el gigante gaseoso WASP-127b y, según informó el artículo de Astronomy & Astrophysics, “Parte de la atmósfera de este planeta se está moviendo hacia nosotros a gran velocidad, mientras que otra parte se está alejando de nosotros a la misma velocidad”.
Los científicos analizaron el espectro de luz reflejada por WASP-127b y descubrieron picos contrastantes en las señales de agua y dióxido de carbono. Los vientos de más de 32.000 kilómetros por hora se traducen a 7,5km por segundo que “superan a cualquier huracán conocido por la ciencia”.
La ráfaga más rápida de viento en la Tierra fue de 407 kilómetros que fue registrada en Australia en 1996. Además, Neptuno es el más ventoso del Sistema Solar con corrientes de gran altitud que sobrepasan los 1.770 kilómetros por hora.
La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) continúa dando pasos en su objetivo de regresar con astronautas a la Luna en una nueva misión de exploración. En colaboración con SpaceX y Firefly Aerospace, la agencia espacial estadounidense lanzó recientemente el cohete Falcon 9 desde el Centro Espacial Kennedy, transportando dos módulos de aterrizaje privados destinados a ampliar el conocimiento sobre nuestro satélite natural.
Este proyecto, que mezcla tecnología de vanguardia y colaboración internacional, forma parte del programa Artemis y busca establecer una presencia humana permanente en la Luna para finales de la década. Además, la misión permitirá realizar estudios esenciales para futuras misiones tripuladas y analizar cómo el entorno lunar interactúa con nuestro planeta.
El pasado miércoles, a la 1:11 hora local de Florida, el cohete Falcon 9 de SpaceX despegó exitosamente desde el Centro Espacial Kennedy con dos módulos de aterrizaje a bordo. El primero, Blue Ghost 1, pertenece a la empresa estadounidense Firefly Aerospace y está equipado con diez instrumentos avanzados destinados a estudiar la superficie lunar y su entorno. El segundo, Resilience, es parte del programa Hakuto-R de la compañía japonesa Ispace y tiene como objetivo realizar un alunizaje suave para desplegar el vehículo Tenacious y recolectar datos.
La misión, que se estima durará aproximadamente 60 días, incluye el viaje a la Luna y las operaciones en su superficie. Blue Ghost 1 tiene previsto llegar en 45 días para comenzar estudios relacionados con el regolito lunar, la interacción entre el viento solar y la magnetosfera terrestre, y las características geofísicas del satélite. Japón, por otra parte, busca superar los desafíos de su primera misión Hakuto-R, que en abril de 2023 no logró completar el alunizaje.