Se dio a conocer el primer informe pericial por la causa sucesoria de Beatriz Sarlo y la Justicia confirmó la autoría de dos manuscritos firmados por la escritora, que le cedió su propiedad y un gato al portero del edificio donde residía. Sin embargo, el juez deberá definir si se trata de dos testamentos válidos.
Sucede que, en la pelea judicial por los bienes de la ensayista se encuentran el exmarido de Sarlo, Alberto Sato, con quien nunca firmó el divorcio; una prima de 87 años; y el encargado, Melanio Meza, donde vivía hasta su fallecimiento en diciembre del 2024.
El portero reclama la propiedad del departamento, ubicado en Hidalgo 140, y la custodia de la gata Niní. Es decir, todo lo que mencionan los documentos presentados en la Justicia.
El Juzgado Civil N°60, a cargo del juez Fernando Cesari, recibió el informe de la calígrafa pública Liliana Ibáñez, quien comparó las firmas y la caligrafía de documentos oficiales y dedicatorias manuscritas de Sarlo y concluyó en que fueron realizados por la propia escritora.
Embed - https://publish.x.com/oembed?url=https://x.com/C5N/status/1951614511539945480&partner=&hide_thread=false
Ibáñez aseguró que los documentos presentan trazos naturales y espontáneos, sin indicios de manipulación o falsificación. Los manuscritos están redactados con tinta negra, contienen instrucciones claras respecto a lo que quería ella en el futuro.
Pero, aunque la Justicia avala la autenticidad, deben confirmar si son testamentos válidos. Pero, por otro lado, Alberto Sato, quiere cuestionar la capacidad mental de Sarlo al momento de redactar los textos. La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil estableció que deberá ser tratada en un proceso separado.
Un detalle importante es que, en el informe, Sarlo figura como soltera y eso podría complicar las intenciones de Sato, su exmarido. Esto hace que los otros allegados realicen la creación de un fideicomiso cultural con su patrimonio.