El 15 de julio de 2010 marcó un antes y un después en la historia de los derechos civiles en Argentina. Tras una sesión maratónica, cerca de las cuatro de la madrugada, el Senado convirtió en ley el proyecto de Matrimonio Igualitario, que posicionó al país como el primero de América Latina y el décimo en el mundo en reconocer el derecho al casamiento entre personas del mismo sexo.
La norma fue sancionada luego de intensos debates legislativos y en un contexto de fuerte movilización social. Miles de personas se congregaron en los alrededores del Congreso, tanto para respaldar como para rechazar la iniciativa. A pesar de la resistencia de sectores conservadores y de la Iglesia, que sostenían que el matrimonio debía limitarse a la unión entre un hombre y una mujer, apelando a la denominada “ley natural”, el proyecto obtuvo 126 votos afirmativos y 110 negativos en la Cámara de Diputados el 5 de mayo de 2010. Finalmente, fue aprobado en el Senado con 33 votos a favor, 27 en contra y 3 abstenciones.
Tras años de lucha de las organizaciones del colectivo LGBTIQ+, el proyecto impulsado por las diputadas Vilma Ibarra y Silvia Augsburger, transformó artículos centrales del Código Civil, reemplazando la expresión “hombre y mujer” por “contrayentes”.
“El matrimonio tendrá los mismos requisitos y efectos con independencia de que los contrayentes sean del mismo sexo o de diferente sexo”, estableció la ley. Esto permitió que las personas del mismo sexo accedieran a un conjunto de derechos hasta entonces reservados exclusivamente a parejas heterosexuales: adopción, herencia, cobertura médica, decisiones médicas compartidas, licencias familiares y régimen patrimonial, entre otros.
Desde su aprobación, se registraron más de 20.000 matrimonios igualitarios en el país. Entre estos, Buenos Aires fue un epicentro, con más de 7.000 bodas en la ciudad capital. En 2024, ya se contabilizaban 2.043 casamientos en la provincia de Buenos Aires, según datos oficiales.
La historia de la Ley del Matrimonio Igualitario
En diálogo con C5N, Vilma Ibarra reconstruyó el recorrido político y social que hizo posible uno de los avances más significativos en materia de igualdad. “El matrimonio igualitario no era un tema de la agenda política ni de la sociedad en 2010. Sí había organizaciones que lo tenían entre sus demandas. Era un pedido de ellos que se llevara adelante un proyecto”, recordó Ibarra, quien presentó la iniciativa por primera vez en 2007, cuando era senadora nacional.
Acompañada desde un principio por agrupaciones del colectivo LGBTIQ+, Ibarra presentó el proyecto en el Senado en 2007, y lo volvió a ingresar en Diputados en 2008. En 2009, con Silvia Augsburger también impulsando un proyecto similar, el debate comenzó a tomar forma institucional. “Augsburger me vino a ver, yo era presidenta de la Comisión de Legislación General, motivo por el cual podía decidir el orden del día. Ella pidió incluir el tema en la comisión, pero las organizaciones dudaban porque no querían un rechazo en el Congreso que pudiera complicar un amparo que estaban tramitando en la Corte Suprema para declarar la inconstitucionalidad del artículo que decía que el matrimonio era entre hombre y mujer.”
Las organizaciones debatieron en asambleas y finalmente decidieron apoyar el debate del proyecto, pero pidieron no forzar una votación si no estaban dadas las condiciones. Así, la Cámara baja comenzó a trabajar el proyecto en comisión, pero el tema aún no estaba instalado en la opinión pública. “Era muy complejo porque no nos daban quorum. Ni los periodistas venían", recordó Ibarra.
Un fallo de la jueza Gabriela Seijas en la Ciudad de Buenos Aires, que autorizó el primer matrimonio entre personas del mismo sexo, y la posterior negativa del entonces jefe de Gobierno Mauricio Macri a habilitarlo, pusieron al tema en la agenda pública. “Empezó a debatirse mucho más. Fue importantísimo cuando la gobernadora Fabiana Ríos autorizó el casamiento en Tierra del Fuego.”
Pero todavía la iniciativa no contaba con el respaldo del gobierno de Cristina Kirchner, que llegaría recién en diciembre de 2009: “Me llamó un diputado del oficialismo y me dijo que Cristina apoyaba el proyecto y que el PJ iba a respaldarlo formalmente. A partir de ahí hicimos sesiones cubiertas por toda la prensa. Salió en todo el mundo. Néstor y Cristina hicieron todo lo que había que hacer para que se apoyara.”
De hecho, Matrimonio Igualitario fue la única ley votada por Néstor Kirchner como diputado. El expresidente tuvo una participación activa en la sesión y acompañó la medida con su apoyo político. "Nos merecemos un país libre, amplio y con derechos iguales”, sostuvo durante la sesión en Cámara baja.
La ley fue aprobada en Diputados el 5 de mayo de 2010 y sancionada por el Senado el 15 de julio de ese mismo año. “El Estado no puede discriminar por orientación sexual”, sostiene Ibarra. “Además de la gente con nombre y apellido puntual que pudo acceder a un derecho que le era negado injustamente, nos convertimos en una sociedad que pudo legislar algo tan importante como el matrimonio, entendiendo que son instituciones de las cuales somos dueños como sociedad.”
Para la exlegisladora, la norma fue “una piedra fundacional” para avances posteriores como la Ley de Identidad de Género, la Ley de Reproducción Médicamente Asistida, la Ley de ESI, la Ley de IVE, la Ley de los Mil Días, el Cupo Laboral Travesti-Trans y el DNI no binario.
“Haber puesto ese piso de igualdad y el concepto de no discriminación sobre una institución tan tradicional como el matrimonio era una cosa muy importante”, concluyó.
El proyecto fue promulgado por la entonces presidenta Cristina Kirchner el 21 de julio de 2010 en la Casa Rosada. "Hoy somos una sociedad un poco más igualitaria que la semana pasada. Hemos constituido un hito fundamental en el camino de la igualdad. No hemos promulgado una ley, hemos promulgado una construcción social, transversal, diversa, plural, amplia y no le pertenece a nadie", expresó la exmandataria en su discurso.