El presidente Javier Milei prometió una "profunda reforma migratoria" que incluye la posibilidad de que las universidades nacionales cobren aranceles a los extranjeros no residentes y el endurecimiento de las condiciones de deportación a quienes delinquen
"Si queremos ser un país serio también debemos llevar a cabo una profunda reforma migratoria", expresó el mandatario en su discurso de apertura del 143 período de sesiones ordinarias en el Congreso.
"Nuestra nación ha sido generosa con los inmigrantes, pero otra cosa distinta es ser tomados de tontos por nuestros vecinos, o ser un centro de beneficencia pagado por el bolsillo de los argentinos", manifestó.
Ante esta situación señaló que el Gobierno buscará que aquellos extranjeros que estén de forma transitoria o temporaria en el país tengan que pagar por los servicios que utilizan. "También debemos permitir a las universidades cobrarles a quienes no son residentes permanentes así como es necesario endurecer las condiciones de deportación para los extranjeros que delinquen", puntualizó.
El presidente aseguró que se tratan de medidas que aplica "cualquier país que se hace valer" e indicó que si en Argentina necesitan algún tipo de justificación "es porque a lo largo del último siglo se ha vuelto costumbre la falta de respeto al pagador de impuestos".
Además en su discurso abogó por "recuperar el imperio de la igualdad ante la ley, terminando con el sistema de cupos de distinto tipo que impone desde a quién emplear hasta a quién votar".
"Hemos llegado al punto que hay cupos que hay que emplear gente en medios de comunicación o para la programación de artistas en un festival. Con la supuesta justificación de proteger a ciertos grupos percibidos como oprimidos hemos perjudicado injustamente a los demás vulnerando la igualdad ante la ley que consagra nuestra Constitución",