A un año de la firma del Pacto de Mayo, el presidente Javier Milei vuelve a la provincia de Tucumán para encabezar el acto del 9 de julio pero en un escenario muy distinto, con una tensión abierta con los gobernadores de todos los espacios políticos que en su gran mayoría no asistirán a la actividad. La situación crítica de varias provinciales por la quita de fondos y la paralización de la obra pública generó que hasta las provincias que suelen acompañar al Gobierno se alinearan con el resto de sus pares. Cerca de algunos mandatarios hablan de una situación de urgencia, donde la plata no alcanza para afrontar gastos básicos. “El Gobierno desfinanció a todas las provincias. La coparticipación actuó como un disciplinador, todos hasta las manos. El escenario es hiper complicado”, detallan cerca de uno de los gobernantes a que supo darle gobernabilidad a los libertarios.
En los últimos días, los mandatarios de las 24 jurisdicciones mostraron unidad al presentar dos proyectos que atentan contras la cuentas fiscales del Gobierno: la distribución de los Adelantos del Tesoro Nacional (ATN) y un reparto más equitativo del impuesto a los combustibles líquidos, iniciativas presentadas antes las falta de respuestas concretas por parte de Nación. La pregunta es si la unidad llegó para quedarse o si es pasajera. “Los gobernadores están manteniendo una negociación fuerte. Lo del Congreso es una jugada importante, pero no creo que quieran romper o perjudicar al Gobierno en el largo plazo. Sino harían otras cosas”, confían desde la Casa Rosada a C5N.
El presidente Milei encabezará este martes por la noche la vigilia del Día de la Independencia en Tucumán, una jornada a la que fueron invitados los gobernadores de distintas provincias, pero que este año exhibirá una foto casi vacía en comparación con la del año anterior. Desde aquella firma hasta hoy, el Pacto de Mayo tuvo una lenta entrada en vigencia, que recién en junio de este año puso en funcionamiento el Consejo de Mayo, un órgano impulsado por el Ejecutivo “para la elaboración de propuestas legislativas y políticas públicas en línea con los principios del Pacto de Mayo, cuyos principios rectores quedaron definidos con la aprobación de las Leyes Bases y de Medidas Fiscales Paliativas y Relevantes”, según informa el Gobierno. Aquel Pacto contó el respaldo de 19 mandatarios y el rechazo de cinco de ellos: Axel Kicillof (Buenos Aires), Ricardo Quintela (La Rioja), Gustavo Melella (Tierra del Fuego), Sergio Ziliotto (La Pampa) y Gildo Insfrán (Formosa).
Desde la Rosada destacan que “el Consejo viene funcionando bien” y que “no hay que confundir lo que es el Consejo, que son todas iniciativas a largo plazo para modificar el Congreso, con una discusión que se puede dar ahora por el Presupuesto”. “Son dos cosas distintas”, resaltan. La próxima reunión tendrá lugar a finales de este mes. Más allá del rol y la aspiración de cada Gobernador, lo cierto es que no se observaron mayores avances e incluso aparecen cuestionamientos por el nivel de representación que puede llegar a tener.
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A la iniciativas presentadas, se suman los cambios de comportamiento en el Congreso. En este esquema, la sesión que podría tener lugar este jueves en el Senado sería una parada crucial para el Gobierno, donde la oposición buscará aprobar el aumento de las jubilaciones, la emergencia en discapacidad y las iniciativas impulsadas por los gobernadores. La preocupación del Gobierno tiene que ver con el equilibrio fiscal que buscan mantener, en el marco de un año electoral, al denunciar que estos proyectos “representan más de dos puntos del PBI”. Sin embargo, confían en que las diferentes realidades y vínculos que mantienen con cada una de las provincias generan un margen de negociación. “Hay que ver si la sangre llega al río”, sentencian.
El vaciamiento de los gobernadores
En apenas un año el devenir de la relación con los gobernadores arroja una foto de impacto para el Gobierno, que, además del anfitrión Osvaldo Jaldo, hoy contaría con los dedos de las manos a los mandatarios presentes. En la gestión tucumana solo dieron por confirmada la asistencia de Raúl Jalil (Catamarca) y de Gustavo Sáenz (Salta). Algunos de los que habían confirmado asistencia habrían dado marcha atrás después de tomar conocimiento de las otras ausencias. Otros todavía ponen en duda la presencia o analizan enviar representantes. La mayoría justifica el faltazo por actos en cada provincia. Sin embargo, eso no fue un problema el año anterior. La ausencia incluye a gobernadores más y menos cercanos a la gestión, desde lo que fue Juntos por el Cambio, radicales y peronistas.
“La situación está tensa y a los tirones porque el Gobierno hace oídos sordos cuando los gobernadores siempre tuvieron voluntad”, reconocen cerca de un mandatario, donde advierten que Milei ajusta a las provincias “porque no le están dando los números”. En ese sentido, son varios los gobernadores que ponen en duda la legalidad de su accionar y alertan cómo la quita de fondos afecta directamente a la población. “Hay recursos con asignación específica que no sabemos a qué se está destinando”, denuncian en las filas de otro gobernador.
La gran pregunta es si esta nueva unidad es una situación temporal o si vino para quedarse. “Acá no los vincula una cuestión ideológica, sino económica. Milei está golpeando a todas las provincias por igual y se tomó real dimensión del daño que les estaba haciendo en términos económicos. Los juntó el espanto”, afirman de forma categórica del entorno de uno de los gobernadores más críticos de la gestión libertaria.
“Queremos tener la mejor relación posible, siempre dialogamos, pero no vamos a permitir que nos impongan lo que quieran. Nos sentamos a negociar en términos razonables, podemos negociar formas de pago, creemos en el equilibrio fiscal, pero otra cosa es ser sumisos. La Nación no puede intentar revertir apropiándose de fondos”, enfatizan.
Más allá de los partidos a lo que cada gobernador pertenece, existe una opinión general de una falta de visión federal por parte del Ejecutivo, que prioriza los intereses de sectores concentrados por sobre los intereses de las provincias. Las miradas sobre lo que puede pasar son disímiles, con plena conciencia de que la situación de cada provincia es particular y puede abrir negociaciones individuales. “No veo que todos estén con igualdad de intereses para pelearse con el Gobierno nacional. Están muy encerrados en sus batallas electorales. Todos miran con mucha preocupación la imagen de Milei”, pronostican desde una de las provincias.
Al recorte de fondos, la paralización de la obra pública y la crisis económica se suman diariamente otras problemáticas, como el reciente cierre de Vialidad Nacional. La postura del Gobierno invita a algunas provincias a pensar en una unidad de acción creciente, cuyos límites dependerán en gran medida de la capacidad de negociación que tenga el gobierno de Javier Milei.