Un imponente mural de la Estatua de la Libertad cubriéndose los ojos se convirtió en un símbolo de crítica a las políticas de inmigración y deportación masiva del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. La obra fue creada por la artista neerlandesa Judith de Leeuw y está en Roubaix, al norte de Francia.
El mural, inaugurado el 4 de julio (Día de la Independencia de Estados Unidos), fue concebido por De Leeuw como "un recordatorio silencioso de lo que debería ser la libertad".
"Pinté a la estatua cubriéndose los ojos porque ella no puede soportar el peso de lo que está pasando en el mundo. Lo que una vez fue un símbolo brillante de libertad ahora lleva la tristeza de un significado perdido", explicó la artista, quien reside en Amsterdam, en una publicación de Facebook.
La elección de la Estatua de la Libertad, un regalo del pueblo francés a Estados Unidos a finales del siglo XIX, añade una capa de profundidad al mensaje. Roubaix es una ciudad con una significativa población inmigrante, lo que refuerza la intención de la artista de visibilizar la situación de aquellos "empujados a los márgenes, silenciados o invisibles", según De Leeuw.