El Vaticano informó que el funeral del papa Francisco, quien falleció este lunes a los 88 años, tendrá un momento abierto al público para que los fieles puedan despedirse del pontífice, en un contexto en el que se espera que miles de personas visiten la Plaza de San Pedro.
La Oficina de Prensa de la Santa Sede adelantó que la despedida "podría tener lugar el miércoles 23 de abril de 2025 por la mañana", sin dar mayores detalles, e indicó que se realizará "según las modalidades que se establecerán y comunicarán mañana (martes), tras la primera Congregación de los Cardenales".
Antes, informó que este lunes tendrá lugar el rito de constatación de la muerte del Papa, encabezado por el cardenal Kevin Joseph Farrell, Camarlengo de la Santa Iglesia Romana, y se colocará el cuerpo en el féretro para que sea trasladado a la Basílica de San Pedro, donde se hará el funeral.
Se prevé que miles de personas se acerquen al Vaticano para darle el último adiós a Francisco por lo que ATAC, la empresa concesionaria del transporte público de Roma, decidió reforzar el sistema de transporte público e incrementó el servicio de 11 líneas de colectivos que pasan por la Plaza de San Pedro.
papa francisco roma Basílica de Santa María La Mayor
Francisco pidió ser enterrado en la Basílica de Santa María La Mayor, en Roma.
Sencillo y con nuevo protocolo: cómo será el funeral del papa Francisco
El funeral del papa Francisco, quien falleció este lunes por la madrugada a los 88 años, será mucho más sencillo y austero que el de sus predecesores ya que el propio Pontífice modificó el Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, el libro litúrgico que guía el proceso, para simplificarlo y eliminar pasos.
Siguiendo los cambios hechos por Francisco en 2024, la constatación de la muerte no se hizo en la habitación del Papa, sino en la capilla privada. A partir de ese momento empezaron nueve días de luto, conocidos como "novendiales", en los que fieles y líderes internacionales acudirán al Vaticano para despedirlo.
El funeral tendrá lugar en la Basílica de San Pedro pero, a diferencia de ocasiones anteriores, no será privado sino abierto a los ojos del mundo. El cuerpo se pondrá en el ataúd y no será trasladado al Palacio Apostólico, sino directamente a la Basílica, donde será expuesto dentro del féretro abierto.
Francisco también eliminó los tres ataúdes tradicionales de ciprés, plomo y roble, y ordenó que se deje uno solo de madera con un revestimiento interior de zinc, que probablemente sea colocado en el suelo. Además, mientras su cuerpo sea expuesto a los fieles no se colocará el báculo papal junto al féretro.