Más de 60 jueces y funcionarios judiciales de toda América llevarán a cabo en el Vaticano el encuentro “Inteligencia artificial, justicia y democracia” donde entre el 4 y 5 de marzo se debatirán y explorarán los diversos impactos sociales generados por los nuevas tecnologías, en especial en el ámbito de la justicia y la práctica democrática. Habrá una fuerte presencia de la delegación argentina.
El encuentro es organizado por dos entidades ligadas a la justicia y creadas por el líder de la Iglesia Católica: el Comité Panamericano de Juezas y Jueces por los Derechos Sociales y la Doctrina Franciscana (Copaju), presidido por el juez argentino Roberto Andrés Gallardo; y su rama académica, el Instituto de Investigaciones Jurídicas Fray Bartolomé de las Casas (Ifcb), uno de cuyos directores es el exjuez de la Corte Suprema Eugenio Raúl Zaffaroni.
Además, se trata de una de las principales preocupaciones que en reiteradas oportunidades manifestó el papa Francisco en torno al avance de estas tecnologías y la necesidad de garantizar el respeto por la dignidad humana.
Papa Francisco
El encuentro se llevará a cabo en medio de un delicado cuadro de salud del papa Francisco.
La cumbre tendrá lugar en Casina Pio IV, sede de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, y contará con transmisión vía streaming. Durante las dos jornadas, se irán sucediendo exposiciones y nueve paneles de debate, con la intervención, entre otros, de las autoridades de COPAJU, de sus diversos capítulos nacionales y del IFBC.
En un mensaje del 23 de enero de 2025 durante el Foro Económico Mundial, el Papa Francisco señaló acerca de la inteligencia artificial que "existe, sin embargo, el riesgo de que la IA se utilice para avanzar en el 'paradigma tecnocrático', que percibe todos los problemas del mundo como solucionables únicamente mediante medios tecnológicos".
"Dentro de este paradigma, la dignidad humana y la fraternidad a menudo se subordinan en la búsqueda de la eficiencia, como si la realidad, la bondad y la verdad emanaran inherentemente del poder tecnológico y económico. Sin embargo, la dignidad humana nunca debe ser violada en aras de la eficiencia. Los desarrollos tecnológicos que no mejoran la vida de todos, sino que crean o empeoran las desigualdades y los conflictos, no pueden llamarse verdadero progreso. Por esta razón, la IA debe ponerse al servicio de un desarrollo más saludable, más humano, más social e integral", sumó.
El programa completo del evento
Programa Inteligencia Artificial, Justicia y Democracia.pdf