El papa Francisco hizo este sábado un llamado al periodismo a contar "historias de esperanza", en un concepto que acuñó como "hopetelling", preocupado por la constante mención a las malas noticias que ocurren a diario y que llegan a incluso afectar la salud mental de parte de la población.
"Hago un llamado a los comunicadores de todo el mundo: cuenten también historias de esperanza. Que su storytelling sea también #Hopetelling. Busquen las migajas ocultas del bien incluso cuando todo parece perdido, permitan esperar contra toda esperanza", publicó el pontífice en su cuenta de X.
El fenómeno de alto consumo de malas noticias, por supuesto, también tiene un nombre en inglés: doomscrolling, término que denomina acto de pasar una cantidad excesiva de tiempo leyendo grandes cantidades de novedades, particularmente negativas, en la web y las redes sociales, lo que genera una fuerte ansiedad.
Esto puede manifestarse de forma física en palpitaciones, temblores y sudoración; en lo psicológico y emocional, con dificultad para concentrarse, miedo a perder el control y frustración; y de manera conductual, con aislamiento y un estado de alerta permanente.
Ante este escenario, durante los últimos años, surgieron plataformas y perfiles de redes sociales que se dedican a predicar y a hacer públicos sucesos buenos o positivos que surgen cada día.
Desde el mundo de la comunicación digital explican que el contexto actual, donde prima la inestabilidad, afecta más que nunca a la salud mental. Esto llevó a crear el concepto de mundo "VUCA" (volátil, incierto, complejo y ambiguo). Una respuesta posible puede ser consumir menos malas noticias.
Los expertos también proponen limitar el tiempo de exposición, elegir fuentes confiables y no creer automáticamente todo lo que se lee, realizar pausas digitales para desconectarse y establecer límites en las redes sociales.