Parece que el presidente Javier Milei tiene una fijación con la música argentina y no para darle play. No es solo una serie de ataques aislados, sino parte de un patrón claro: desacreditar a figuras públicas que tienen llegada a millones y se animan a cuestionarlo, como Lali Espósito o María Becerra. El último episodio es la decisión oficial de cancelar una presentación de Milo J en el Museo de la Memoria (ex ESMA).
Desde el inicio de su mandato, Milei ha promovido una narrativa en la que la cultura, especialmente la financiada por el Estado, es vista como un gasto innecesario o una herramienta de adoctrinamiento. Lali venía de hacer Comprame un brishito, un tema al que no se podría acusar de promover la "agenda woke".
A partir del famoso tuit de Lali allá por 2023 ("qué peligroso, qué triste") tras las elecciones presidenciales, el mandatario no paró de hostigarla, queriendo instalar que una artista que vimos trabajar desde muy pequeña vive del Estado. Pero Lali no se quedó callada y le contestó en el territorio que conoce: la música y el arte.
Embed - C5N on Instagram: " MILEI VS. LOS ARTISTAS La controversia entre el gobierno de Javier Milei y figuras del espectáculo argentino escaló a un nuevo nivel tras los ataques hacia María Becerra y la suspensión del show de Milo J en la Ex Esma. @auroritaluna"
Los artistas, con su capacidad de generar impacto y su audiencia masiva, se vuelven una amenaza para el discurso del oficialismo. Deslegitimarlos es una forma de neutralizar su influencia.
Este jueves amanecimos con la noticia de que volvió a descargar su furia contra María Becerra porque la artista alzó la voz sobre los incendios en la Patagonia. Un artista se puede expresar, porque por eso es artista; lo que no puede pasar es que se use la envergadura del Estado para amedrentarlo por hacerlo.
Un detalle: Tiago PZK también estuvo hablando sobre los incendios, pero todavía el presidente no apuntó contra él. ¿Será porque es hombre? No lo sabemos, pero artistas como Dillon, Wos y Trueno también han sido contestatarios y Milei no los tuvo en el radar.
Pero los apodos y el ensañamiento público tal vez no son lo más grave. A Milo J, el Gobierno le canceló un show gratuito sin muchos motivos. Porque, aunque Milei no lo mencionó directamente, la comunidad de seguidores de Milo J actúa de manera alineada con el discurso del artista. El Presidente marca como enemigo a cualquiera que defienda la cultura o la educación gratuita.