Gerardo Rozín vive de éxito en éxito con Morfi, todos a la mesa, que ya va por su segunda edición y sigue siendo elegido por la gente. Lo cierto es que no todo es positivo para el conductor, que sufre con las tentaciones que significan para él estar tanto tiempo expuesto a la comida.
En una entrevista íntima en Pronto, Rozín confesó su fuerte debilidad y que subió de peso desde que comenzó el programa y no se puedo recuperar. "Estoy más cerca de dejar el periodismo que de aprender a cocinar. No aprendí nada porque no me gusta. Lo que me aportó Morfi fueron 9 kilos", contó, con humor el conductor y productor.
"Cuando arrancó el programa, estaba haciendo dieta con Dr. Ravenna y bajé 20 y pico de kilos antes de empezar. Estuve casi un año en ese peso, pero empezó el programa y el primer año sumé 9 kilos. Después no los bajé, pero tampoco seguí subiendo", lamentó.
En este línea, admitó que padece este aumento de peso: "Me siento bien, pero me recontra jode tener kilos de más. Lo tremendo es convivir 6 días a la semana con estímulos extraordinarios. Todos los días tenés recetas nuevas y ricas".