La habitación del papa Francisco en la Casa Santa Marta, donde vivió los doce años que duro su pontificado y donde falleció este lunes por la madrigada, fue sellada en las últimas horas como parte del rito tradicional que confirma oficialmente la muerte del Sumo Pontífice.
Se trata del apartamento 201, el cual está ubicado en el segundo piso del Palacio Apostólico, y quienes tuvieron que llevar adelante esta tarea fueron el Secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin; el sustituto para Asuntos Generales, arzobispo Edgar Peña Parra; y el Camarlengo, cardenal Kevin Farrell.
El procedimiento de sigilo aplicado en la Casa Santa Marta, residencia del Pontífice, es una antigua tradición que consiste en sellar y asegurar los aposentos papales inmediatamente después del fallecimiento de la máxima autoridad eclesiástica con la finalidad de proteger los documentos personales y garantizar una transición ordenada del poder.
Se trata de un proceso a través del que se trata de evitar intrusiones, que se falsifiquen sus decisiones o que sean robados documentos durante este periodo de Sede Vacante, previo al cónclave que elegirá al nuevo Pontífice.
El sigilo tuvo lugar luego del rito solemne de la constatación de la muerte y la deposición del cuerpo en el ataúd, según se establece en el Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, el libro litúrgico cuya última edición fue aprobada por el propio pontífice el 29 de abril de 2024 y publicada en noviembre del mismo año.
Los restos del papa Francisco ya han sido trasladados a la capilla de Santa Marta donde ha sido leído el informe de su defunción.