Luego de que Donald Trump ordenara desplegar dos submarinos nucleares frente a las costas de Rusia, el gobierno de Vladimir Putin reaccionó con cautela, negó que exista una "escalada" de hostilidades y le advirtió a la Casa Blanca que "en una guerra nuclear no hay vencedores".
La orden de Trump se conoció el viernes pasado en respuesta a las declaraciones del expresidente ruso Dmitri Medvédev, actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, quien aseguró que cualquier ultimátum para alcanzar un alto al fuego con Ucrania era "una amenaza y un paso hacia la guerra".
El republicano desplegó los submarinos "en caso de que estas declaraciones absurdas e incendiarias sean algo más que eso", según explicó Trump en redes sociales. El Kremlin no se expresó sobre el tema durante el fin de semana y este lunes, cuando lo hizo, fue con un llamado a la prudencia.
"En una guerra nuclear no puede haber vencedores. Este es, seguramente, el principal postulado por el que nos guiamos", sostuvo el portavoz presidencial Dmitri Peskov en su habitual rueda de prensa. "Creemos que todos deben ser muy prudentes en sus declaraciones sobre el tema nuclear", añadió.
Dmitry Peskov Putin Rusia
Peskov, el portavoz presidencial, junto a Vladimir Putin.
Peskov negó que exista "alguna clase de escalada" nuclear entre ambas potencias y subrayó que "no nos gustaría vernos involucrados en tal polémica". "Está claro que se trata de sustancia muy compleja y sensible que, por supuesto, es percibida por muchos de manera impulsiva", agregó en alusión a Trump.
En cambio, señaló que Rusia tiene una postura "responsable" sobre el tema y considera que "todos deben ser muy cuidadosos en relación con la retórica nuclear". "Los submarinos nucleares estadounidenses siempre están en alerta, es algo constante", concluyó.