Ilha do Mel es considerada un tesoro escondido en el sur de Brasil. Este paraíso ubicado en la Bahía de Paranaguá llama la atención a sus visitantes con sus playas vírgenes y escenarios naturales que le valieron ser reconocida como una de las costas mejor preservadas del país. Lo que hace único a este destino es su compromiso con la naturaleza, prohibiendo el ingreso de vehículos y limitando el número de turistas a 5000 simultáneamente.
Entre sus principales atractivos se encuentran la Fortaleza Nossa Senhora dos Prazeres, una construcción de piedra del siglo XVIII con cañones que domina la entrada de la bahía, y el Farol das Conchas de Mar, un faro histórico construido en 1870 que ofrece vistas panorámicas incomparables de toda la región. La isla mezcla la experiencia de playas paradisíacas con un entorno natural privilegiado, donde los visitantes pueden realizar largas caminatas por senderos de arena.
Este rincón mágico del litoral brasileño conserva su encanto gracias a estrictas medidas de protección ambiental implementadas desde 1975, cuando fue declarado patrimonio cultural y posteriormente reserva ecológica.
La isla ofrece diversas opciones de playas para todos los gustos: Fortaleza para quienes buscan tranquilidad, Encantadas preferida por los jóvenes, y Playa Grande con sus grandes olas ideales para surfistas que desean conectar con la naturaleza en un entorno prácticamente virgen.
Ilha do Mel
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Dónde queda Ilha do Mel
Ilha do Mel se encuentra en la Bahía de Paranaguá, a solo 130 km de Curitiba, capital del estado de Paraná en el sur de Brasil. Esta isla forma parte de una reserva ecológica protegida desde 1975 y se caracteriza por estar rodeada de la abundante Mata Atlántica.
A poco más de 30 minutos en barco desde las costas continentales de Paraná, este paraíso peatonal se divide en varias zonas, siendo Nova Brasilia su área central, donde se concentran los principales servicios turísticos mientras mantiene su esencia natural y preservada.
Qué puedo hacer en Ilha do Mel
La isla ofrece diversas actividades para los turistas que prefieren destinos en donde puedan estar en contacto con la naturaleza y tener días con tranquilidad:
- Recorrer sus diferentes playas.
- Visitar el Farol das Conchas de Mar sobre el Morro das Conchas, construido en 1870 y hoy alimentado por energía solar, que ofrece vistas panorámicas impresionantes.
- Explorar la histórica Fortaleza Nossa Senhora dos Prazeres del siglo XVIII, con sus antiguos cañones que dominan la entrada de la bahía.
- Caminar por los senderos de arena que atraviesan la exuberante vegetación de la Mata Atlántica.
- Conocer los sambaquis, depósitos de conchas con valiosos restos arqueológicos.
- Disfrutar de la gastronomía local en los bares y restaurantes rústicos, probando delicias como los panqueques de carne de cangrejo.
- Realizar paseos en lancha entre las diferentes playas de la isla.
- Contemplar los impresionantes atardeceres con vista a los paredones de la Sierra do Mar.
- Practicar surf en las playas con mejores condiciones para este deporte.
- Conectar con la naturaleza en un entorno preservado y auténtico.
Ilha do Mel
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Cómo llegar a Ilha do Mel
Para llegar a Ilha do Mel existen dos opciones principales desde Curitiba, que se encuentra a 90 km de distancia. La primera alternativa es ir en auto o micro hasta Pontal do Sul, donde se encuentra la terminal marítima con barcos equipados que realizan la travesía en apenas 30 minutos hasta Nova Brasilia, Encantadas o la playa de la Fortaleza.
La segunda opción, más pintoresca aunque más larga, consiste en viajar desde Curitiba hasta Paranaguá en un tren turístico, para luego tomar barcos que llegan a la isla en aproximadamente 1 hora y 45 minutos, ofreciendo un paseo de gran belleza paisajística muy recomendable para los visitantes. Es importante destacar que antes de embarcar es necesario registrarse, ya que el ingreso está controlado para preservar el ecosistema, y que una vez en la isla no circulan vehículos motorizados.