El club de los cinco: los futbolistas que jugaron en cuatro grandes de la Argentina

Osvaldo Pérez, Carlos Gay, Esteban Pogany, Pepe Albornoz y Beto Carranza son los únicos jugadores que vistieron cuatro de las cinco camisetas más populares del país.

El 5 de agosto de 1937 se produjo un quiebre en el fútbol argentino. Ese día, entró en vigencia el “voto proporcional” en la AFA y cinco equipos recibieron un rango especial: los equipos grandes. Boca, Independiente, Racing, River y San Lorenzo conformaron ese grupo selecto que les dio tres sufragios en las asambleas, ya que contaban con más de 15 mil socios, superaban los 20 años en Primera (entre amateurismo y profesionalismo –instaurado en 1931-) y habían sido campeones en dos o más ocasiones.

Los cinco equipos más convocantes de la Argentina dominaron gran parte de los campeonatos vernáculos. A tal punto que en la era profesional, recién en 1967 se consagró un conjunto de otra envergadura: Estudiantes de La Plata. La diferencia abismal de popularidad, repercusión y recursos económicos generó en los jóvenes futbolistas una gran atracción y el sueño de ser parte de las instituciones más trascendentales del país.

La gran mayoría de los pibes, que se ilusionan con construir una carrera detrás de la pelota, tiene tres objetivos: debutar en Primera, jugar en un equipo grande y vestir la camiseta de la Selección argentina. Poder cumplirlos requiere perseverancia, compromiso y la superación de desafíos físicos, psicológicos y futbolísticos. Llegar no es fácil y depende de alcanzar el crecimiento emocional, técnico y estratégico. Luego, tras superar el filtro de las Inferiores, se precisa explotar el potencial y mantener el nivel alto, que genere el interés de las instituciones más poderosas.

A lo largo de la historia, ningún futbolista pudo vestir las camisetas de la Academia, el Ciclón, el Millonario, el Rojo y el Xeneize. Sin embargo, existen cinco casos que estuvieron en cuatro de ellos (y algunos también formaron parte de Huracán, para muchos el sexto grande). Se trata del defensor Osvaldo “Japonés” Pérez; los arqueros Carlos Gay y Esteban Pogany; el mediocampista José "Pepe" Albornoz y el delantero Luis “Betito” Carranza.

La fórmula de Esteban Pogany: “Mucho esfuerzo, dedicación y entrenamiento”

Esteban Pogany
El Gringo atajó en 10 clubes argentinos: Independiente, Belgrano, Huracán, Español, Racing, Banfield, San Lorenzo, Boca, Ferro y Atlético Tucumán.

El Gringo atajó en 10 clubes argentinos: Independiente, Belgrano, Huracán, Español, Racing, Banfield, San Lorenzo, Boca, Ferro y Atlético Tucumán.

Siento un gran orgullo por haber estado en Independiente, Racing, San Lorenzo y Boca. Y también en Huracán. Si jugué en esos equipos importantes es porque llegué a tener un nivel que me permitió estar en esos arcos difíciles, ya que te llegan una o dos veces por partido y tenés que responder (...) Haberme sostenido en esos niveles me gratifica porque fue mucho esfuerzo, dedicación y entrenamiento. Soy un fanático y obsesivo del entrenamiento”, destacó Esteban Pogany, en diálogo con C5N, sobre esta categoría distinguida que integra. El oriundo de San Nicolás comenzó su carrera en Independiente en 1973 y hasta 1981 sumó seis títulos, dos nacionales y cuatro internacionales.

El Gringo es un ejemplo perfecto de las consecuencias que implica cruzar la vereda en el fútbol argentino. Cuatro años después de marcharse del Rojo llegó a Racing y tuvo que soportar el asedio de los hinchas de la Academia: “Fue el único club donde me sentí rechazado. No me aceptaron nunca por haber jugado en Independiente. ¡La gente me insultaba los 90 minutos! Muchas veces era la figura de la cancha, pero ni eso alcanzaba ante el rencor que generaba haber vestido otra camiseta. Y eso que a mí me gustaba muchísimo la hinchada de Racing”.

El arquero sólo estuvo una sola temporada con la camiseta blanca y celeste. En 1988, tras pasar por Banfield, llegó a San Lorenzo: “Creo que fue mi mejor año deportivo. Sólo fueron halagos, me transformé en uno de los jugadores preferidos de la hinchada, que era muy creativa y me hacía canciones con mi nombre. ¡Fue muy lindo! Un año en el que se definía por penales cuando había empate. Me acuerdo que me patearon 33 penales y atajé 19, una marca muy alta”.

Esteban Pogany en San Lorenzo
Pogany en San Lorenzo junto a Pipo Gorosito, Beto Acosta y Sergio Marchi, entre otros.

Pogany en San Lorenzo junto a Pipo Gorosito, Beto Acosta y Sergio Marchi, entre otros.

Las impresionantes actuaciones en el Ciclón generó el interés de Boca en 1989. Tras el retiro de Hugo Gatti, Pogany llegó al Xeneize, pero se encontró con una figura ascendente en el arco: Carlos Navarro Montoya. "Ese año me destacaron como el mejor jugador de la Argentina. Entonces, Boca me compró el pase. Tenía 34 años y era para mí cerrar la carrera, estuve mucho tiempo pero jugué poco. Igualmente, mi relación con la gente es increíble". A lo largo de cinco años, disputó un puñado de encuentros entre torneos locales e internacionales. Sólo le faltó vestir la camiseta de River para completar: "Tuve una oferta concreta de parte de Alfredo Di Stéfano, que era el técnico, cuando yo estaba en Huracán en 1982, pero no me quisieron vender. Una lástima, hubiera redondeado todos los grandes".

Tras colgar los guantes, se dedicó al entrenamiento de arqueros -escribió el libro Desde el arco-, descubrió jóvenes talentos y potenció otros en las juveniles de la Selección argentina: "Pasaron por mis manos jugadores como Esteban Andrada, Agustín Rossi, Sebastián Orion, Walter Benítez y Dibu Martínez, al que le veía cualidades a los 15 ó 16 años. Físicamente era un superdotado, le faltaba asentarse en la parte emocional, que lo fue logrando con el tiempo. Ahora todo funciona correctamente: cabeza y físico. Para mí el mejor arquero del mundo".

Carlos Gay, Osvaldo Pérez, Pepe Albornoz y Beto Carranza

  • Carlos Gay: ganador de ocho copas internacionales -entre ellas cuatro Libertadores y una Intercontinental- y el torneo Nacional 77 con Independiente. Fue uno de los arqueros más importantes de la historia del club, tomó la posta de Miguel Ángel Santoro. Luego, estuvo a préstamo en San Lorenzo durante 1978. Tras jugar en América de Cali, volvió al país para sumarse a Racing (1981-1982). Más adelante atajó en River (1984) y por último estuvo en Huracán entre 1985 y 1987.
    Independiente Carlos Gay
    Gay junto al Chivo Pavoni, Villaverde, Bertoni, Bochini, Galván y el famoso perro Boneco.

    Gay junto al Chivo Pavoni, Villaverde, Bertoni, Bochini, Galván y el famoso perro Boneco.

  • Osvaldo Pérez: único futbolista de la historia en jugar en River, Boca, Independiente y Racing. El Japonés fue un gran defensor que debutó en el Millonario como parte de una camada de jóvenes como Beto Alonso, Mostaza Merlo y Juan José López. Sin embargo, le tocó la época de sequía de títulos en Núñez. En 1974 pasó a All Boys y se destacó, lo que generó una gran oportunidad: la vuelta a un grande. Independiente lo compró en 1977 y pudo dar la vuelta olímpica en Córdoba ante Talleres, en la mítica final que el Rojo terminó con ocho jugadores. Luego, vistió la camiseta de Racing por un año y cerró su carrera en Boca en 1983.

    Boca 1983
    Pérez -a la derecha de Gatti- en el Boca de 1983, que tenía a Mouzo, Ruggeri, Potro Domínguez y JJ López, entre otros.

    Pérez -a la derecha de Gatti- en el Boca de 1983, que tenía a Mouzo, Ruggeri, Potro Domínguez y JJ López, entre otros.

  • José Fabián Albornoz: fue uno de los clásicos jugadores de la década del 90, donde alcanzó popularidad y llegó a la Selección argentina que dirigió Daniel Passarella, en la que le hizo un gol a Venezuela en 1996 en la victoria 5-2, en San Cristóbal, por las Eliminatorias para Francia 98.

    Pepe Albornoz en San Lorenzo con Bustos
    Carlos Bustos y José Albornoz en San Lorenzo.

    Carlos Bustos y José Albornoz en San Lorenzo.


    Pepe era un mediocampista creativo que se destacó en Deportivo Español y Gimnasia de La Plata de Carlos Griguol. Jugó en San Lorenzo (1991/92), River (1993/94), Racing (1994/95) e Independiente (1996/97). Logró el Apertura 93 con el Millonario, cuando el Kaiser era el DT.

  • Luis Alberto Carranza: delantero que se destacó por su velocidad y gambetas. El Betito surgió de Racing y debutó en 1991 con Roberto Perfumo como entrenador. Luego de un muy buen año pasó a Boca, donde tuvo su mejor ciclo y fue campeón en el Apertura 92. En ese momento, Daniel Passarella lo convocó a la Selección en su primer partido como DT, frente a Chile en noviembre de 1994. Sin embargo, en 1995 se marchó del Xeneize, con la llegada de Diego Maradona y Claudio Caniggia. Entonces, vistió las camisetas de Independiente (1995) y San Lorenzo (1996).
Beto Carranza Racing
Carranza en Racing, con apenas 18 años, en la cancha de River.

Carranza en Racing, con apenas 18 años, en la cancha de River.

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