Un problema común en todos los hogares son los recipientes de plástico y vidrio que quedan después de consumir la comida o productos de limpieza que contenían. Algunas personas los llevan a un centro de reciclaje pero, si te gustan las manualidades, también hay maneras de darles una segunda vida.
Este es el caso de las botellas de lavandina o detergente, que suelen estar hechas de un tipo de plástico conocido como polietileno de alta densidad (HDPE). Al ser muy resistente a los impactos, la humedad y las sustancias químicas, es ideal para reciclar y reutilizar en otros proyectos.
Aunque es posible usarlo para fabricar muebles de jardín o incluso tuberías, no hace falta ser un experto ni complicarse a la hora de reciclar. Si tenés un envase de lavandina viejo, podés convertirlo en una regadera perfecta para cuidar tu jardín, tu huerta o las plantas de tu balcón.
Regadera hecha con envase de lavandina
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Cómo reutilizar el envase de lavandina viejo
Para convertir el envase de lavandina viejo en una regadera vas a necesitar muy pocos elementos:
El paso a paso es muy sencillo y lleva pocos minutos:
- Quitá la tapa del envase.
- Recortá un poco la parte de arriba de la botella, donde estaba la tapa, para generar el nuevo agujero por donde llenar la regadera.
- Tomá la tapa y, apoyándola en el frente de la botella, dibujá su contorno con el marcador para señalar el lugar donde irá la flor de la regadera.
- Recortá el círculo que marcaste.
- Usá un punzón o clavo caliente para hacer agujeros en la tapa y crear la flor de la regadera.
- Introducí la tapa agujereada por el nuevo orificio que recortaste, desde adentro hacia afuera de la botella.
- ¡Listo! La regadera ya está lista para probar.