Un grupo de investigadores de la Universidad de Buenos Aires (UBA) está desarrollando un método para detectar el maltrato infantil a través de la saliva, un estudio único en Argentina que permitiría contar con diagnósticos tempranos de esta problemática y podría ser presentado como prueba ante la Justicia.
El estudio analiza cómo el maltrato infantil genera cambios en el organismo para que pueda adaptarse a contextos de violencia y peligro constantes, lo que incluye ciertos biomarcadores presentes en la saliva. El objetivo es identificar cuáles son y cómo impactan en el desarrollo de niñas y niños.
"El ADN que llevamos en nuestras células contiene las instrucciones para fabricar las moléculas que desempeñan las diferentes funciones de nuestro organismo", explicó a C5N el director del estudio, Eduardo Cánepa, doctor en Ciencias Químicas del Laboratorio de Neuroepigenética y Adversidades Tempranas del Instituto de Química Biológica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales.
"Estas moléculas son similares en todos los seres humanos. Sin embargo, durante la evolución se han desarrollado mecanismos que responden a señales del ambiente y tienen la capacidad de modificar las instrucciones de ese ADN para que cada persona pueda adaptarse mejor al ambiente en el que le tocó vivir", señaló.
Se denominan mecanismos epigenéticos, y uno de ellos es la metilación del ADN. "El objetivo es evaluar si detectamos metilaciones del ADN que estén presentes en niños, niñas y adolescentes (NNA) que han sido expuestos a algún tipo de maltrato y que no estén presentes en NNA que no lo han sido", resumió Cánepa.
Investigadores de la UBA, saliva y maltrato infantil
El estudio se encuentra en una etapa inicial y aún faltan varios pasos para su aplicación.
Se trata de un estudio multidisciplinario del que también participan el biólogo Bruno Berardino, investigador del Conicet y del Laboratorio de Neuroepigenética, y la psicóloga Guillermina García Viazzi, de la Unidad de Violencia Familiar del Hospital de Niños Pedro Elizalde.
El objetivo final es contar con un método científico que otorgue pruebas irrefutables de que una niña o niño fue víctima de maltrato, sirva como herramienta de diagnóstico temprano, brinde una noción acerca de qué consecuencias puede tener para la salud del menor y ayude a hacer un seguimiento del tratamiento psicológico.
Cánepa destacó que es fundamental que esta investigación se realice en Argentina. "Estos mecanismos epigenéticos son sensibles al ambiente en el que se desempeña la vida de las personas, por lo que los estudios de este tipo que se hacen en otros países y regiones no son replicables directamente", explicó.
"De hecho, en nuestro estudio evaluamos una serie de parámetros como la situación socioeconómica del NNA, edad, sexo, nivel educativo y otros, variables que pueden modificar también la metilación del ADN. Imaginate cuántos más pueden ser los elementos de confusión en estudios con poblaciones de otras sociedades y culturas", señaló.
El estudio se encuentra en una etapa inicial, pero estimó que para principios de 2026 ya podrían tener el análisis completo de las muestras de ADN de niños y niñas que han obtenido en colaboración con el Hospital. Luego de eso, se hará un estudio que abarque a la población general para validar los resultados.
"Recién después de esto se podría pensar en una aplicación. Pero falta mucho, mucho tiempo y muchos recursos", aclaró Cánepa. "Obviamente, cuando lo esté, estará a disposición de todos aquellos que lo requieran. La Justicia podría ser uno de ellos, pero supongo que será arduo", concluyó.