Las montañas nevadas y el cielo abierto tienen una forma particular de imponer respeto en San Carlos de Bariloche. En el sur del país, donde los lagos no son solo postales sino parte del ritmo diario, hay uno que se roba todas las miradas. El Nahuel Huapi no es cualquier lago; es un protagonista que forma parte de uno de los Parques Nacionales más importantes del país.
Algunos aseguran que el viento que sopla entre sus aguas tiene algo para decir. Otros solo lo contemplan, hipnotizados por su inmensidad. No es fácil encontrar un rincón donde nieve, bosque, agua y piedra convivan con tanta armonía. El Nahuel Huapi es eso: un escenario tan sereno como salvaje, donde la naturaleza marca el paso.
No importa si es verano o invierno. Ya sea con la bici al hombro, montado a caballo o flotando en un kayak, siempre hay algo nuevo para explorar. Este lago ofrece mil formas de conocerlo, y todas invitan a quedarse un poco más de lo planeado.
Lago Nahuel Huapi
Bariloche Turismo
Dónde queda el Lago Nahuel Huapi
El Nahuel Huapi se extiende como una lengua líquida entre dos provincias del sur argentino: Neuquén y Río Negro. Su corazón se encuentra dentro del Parque Nacional, que lleva el mismo nombre, a unos 765 metros sobre el nivel del mar. Tiene una superficie de 560 km² y una profundidad máxima de 464 metros, lo que lo convierte en uno de los lagos más profundos del planeta.
Se alarga por unos 76 kilómetros, desde la estepa patagónica hasta rozar la cordillera de los Andes. Su forma no es uniforme; más bien parece un puzle natural de brazos, islas y bahías. El lago también abraza a una de las ciudades más visitadas del país: San Carlos de Bariloche. Pero no todo es turismo urbano. También hay rincones remotos, accesibles solo a pie, a caballo o por agua.
Y aunque el nombre parezca una repetición, tiene sentido. En lengua mapuche, "Nahuel Huapi" significa “isla del tigre”. No hay tigres en sus costas, pero la fuerza simbólica de su nombre acompaña bien la energía del lugar.
Parque Nacional Nahuel Huapi
Parque Nacional Nahuel Huapi
Parques Nacionales Argentina
Qué puedo hacer en el Lago Nahuel Huapi
Las opciones para vivir el lago van desde lo contemplativo hasta lo extremo. Para quienes eligen moverse con ritmo propio, las bicis son una gran aliada. El Parque Nacional cuenta con circuitos que se adaptan a distintos niveles: desde rutas moderadas como la del Lago Guillelmo hasta desafíos como la Senda Paco Etchegaray, que conecta el Cerro Catedral con el Lago Gutiérrez.
Los que prefieren dejar que los caballos hagan el trabajo también están cubiertos. Las cabalgatas permiten conocer paisajes que parecen salidos de un cuento: bosques espesos, cascadas ocultas y planicies áridas con formaciones rocosas únicas. Quienes organizan estos paseos no son empresas impersonales, sino los propios habitantes del parque, que conocen cada rincón como la palma de su mano.
Cuando el invierno se instala, el Nahuel Huapi se transforma. Las actividades de nieve cobran protagonismo. El esquí de travesía permite ascender montañas fuera de las pistas tradicionales, mientras que el esquí de fondo ofrece una alternativa más tranquila, deslizándose entre árboles nevados. También se puede caminar con raquetas, una experiencia silenciosa y absorbente para adentrarse en paisajes blancos casi intactos.
Pero si de conexión con el agua se trata, pocas cosas se comparan al kayak. Las aguas tranquilas de algunos sectores del lago son ideales para quienes no tienen experiencia, mientras que ciertos ríos con más corriente están pensados para remar con técnica y energía.
Por último, para quienes tienen paciencia y ojo afinado, la pesca deportiva es otra joya del Nahuel Huapi. Con modalidades como spinning, trolling o fly casting, es posible tentar a las truchas en lagos como el Espejo, Traful o Mascardi, o bien en ríos como el Limay y el Manso. Eso sí: el permiso de pesca es obligatorio y puede adquirirse en la intendencia del parque.
PARQUE NAHUEL HUAPI-
LA RUTA NATURAL
Cómo llegar a Lago Nahuel Huapi
El acceso más conocido al Lago Nahuel Huapi es a través de Bariloche, ciudad que funciona como una especie de base de operaciones para quienes buscan descubrir el parque. Desde allí, hay caminos hacia los distintos puntos del lago: algunos asfaltados, otros de ripio, todos con vistas que obligan a frenar para sacar una foto.
Bariloche cuenta con aeropuerto propio, lo que permite llegar en pocas horas desde Buenos Aires o desde otras ciudades importantes del país. También es posible llegar en colectivo de larga distancia o en auto, tomando la Ruta Nacional 40, que recorre buena parte de la Patagonia.
Quienes se alojan en Villa La Angostura o en localidades más pequeñas como Dina Huapi o Villa Traful también acceden con facilidad al lago. Hay excursiones organizadas, pero nada impide armar un recorrido propio y descubrir playas escondidas, senderos poco transitados o simplemente un lugar para quedarse quieto y escuchar el viento.