Vacaciones en Bariloche 2025: el lugar secreto con calles de tierra que es un paraíso

Alejado del típico circuito turístico, este lugar combina tradiciones centenarias con una calma que cuesta encontrar en otros destinos del sur.

En plena Patagonia argentina, todavía hay lugares que sorprenden por su encanto y por no estar en el radar de todos. A pocos minutos del centro de Bariloche, se esconde un pequeño pueblo que parece salido de otro tiempo: calles de tierra, casas de madera y un entorno natural que invita a bajar mil cambios.

Colonia Suiza, como indica su nombre, fue fundada por inmigrantes suizos a fines del siglo XIX y conserva ese aire alpino que trajeron consigo. Su arquitectura, su gastronomía y su ritmo pausado le dan una personalidad distinta dentro de la Patagonia. Quienes lo visitan suelen coincidir en lo mismo: es un lugar con una onda muy particular.

Más allá de los paisajes de montaña y el espíritu de pueblo, lo que realmente la distingue es la manera en que sus vecinos mantienen vivas las costumbres heredadas. Entre ferias, platos tradicionales y celebraciones bien autóctonas, este rincón se fue ganando un lugar entre quienes buscan una experiencia más relajada y auténtica durante su estadía en Bariloche.

Colonia Suiza

Dónde queda Colonia Suiza

Colonia Suiza está en la provincia de Río Negro, a poco más de 20 kilómetros del centro de Bariloche. Es un trayecto corto que se puede hacer sin problema en auto, colectivo o incluso en bici. Ideal para una escapada express o para quedarse un par de días y disfrutar de la paz del lugar.

Con los lagos Moreno y Nahuel Huapi cerca, y la cordillera como fondo, el paisaje parece de película. Pero a diferencia de otros puntos turísticos que están llenos de gente todo el año, acá la atmósfera es tranquila y la gente del pueblo siempre tiene buena onda.

A pesar de estar tan cerca de Bariloche, Colonia Suiza ofrece una experiencia completamente distinta. Nada de filas ni tumultos, sino más bien tardes largas, caminatas sin apuro y ese silencio que solo se escucha en lugares así.

Qué puedo hacer en Colonia Suiza

Las opciones para pasarla bien en Colonia Suiza no faltan. Un buen plan para arrancar es recorrer el centro histórico, con sus construcciones de madera que datan de fines del siglo XIX. Todo tiene ese aire de otra época que se mantiene con orgullo. Además, se puede conocer un poco sobre las primeras familias que se asentaron en la zona y le dieron identidad al lugar.

Colonia Suiza

La feria artesanal es un clásico. Se arma varios días por semana y está llena de puestos con productos hechos a mano: desde tejidos y cerámica hasta dulces caseros y delicias regionales. También hay bandas en vivo, food trucks y mucho movimiento sin perder el estilo de pueblo.

El plato fuerte, literal, es el curanto. Se cocina bajo tierra con piedras calientes, hojas de nalca y una mezcla generosa de carnes, verduras y mariscos. Más que una comida, es todo un ritual. Se puede probar en lugares como el Patio Pucará o el Paradero Alpen Hof, donde lo preparan como manda la tradición.

Para algo más tranqui, la Granja Orgánica Suiza es una buena opción. Ahí se puede ver cómo producen alimentos sin agrotóxicos, probar frutas recién cosechadas y recorrer el lugar con guías que cuentan todo sobre la vida rural en la Patagonia. También hay degustaciones de dulces y conservas artesanales, ideales para llevarse algo rico a casa.

Cómo llegar a Colonia Suiza

Desde el centro de Bariloche, el camino es fácil y pintoresco. Solo hay que tomar la Avenida 12 de Octubre hasta conectar con la Avenida Bustillo (Ruta Nacional 237), y después de unos 8 kilómetros aparece un desvío bien señalizado, que lleva directo al pueblo. El recorrido bordea el lago y regala vistas que ya valen el viaje.

También se puede llegar en colectivo, ya que hay líneas que hacen el trayecto varios días por semana. Y para los más aventureros, la bici es una gran alternativa: el camino tiene sus subidas y bajadas, pero la recompensa es llegar pedaleando a uno de los lugares más lindos de la zona.

Colonia Suiza sigue siendo uno de esos secretos bien guardados del sur argentino. Entre aroma a leña, sabores caseros y paisajes que no necesitan filtro, este pueblo ofrece una experiencia distinta, lejos del ruido y con mucha identidad.

Embed

TEMAS RELACIONADOS
DEJA TU COMENTARIO: