Elegir el horario de trabajo no solo influye en la productividad, sino también en la salud física y mental. Un extenso estudio realizado por la Universidad de Nueva York analizó las consecuencias de los distintos turnos laborales sobre la salud, la satisfacción personal y el rendimiento. La investigación, que recopiló datos durante más de cuatro décadas, determinó que los horarios extremos, como madrugar demasiado o trabajar hasta muy tarde, afectan negativamente a las personas.
Los resultados muestran que trabajar antes de las 9 de la mañana o más allá de las 17 horas incrementa problemas de salud, desde trastornos del sueño hasta estrés crónico. Además, quienes realizan tareas relacionadas al trabajo fuera del horario recomendado tienden a experimentar un mayor desequilibrio entre la vida laboral y personal, generando impactos en su bienestar general.
Este análisis, que se basó en miles de casos, reafirma lo importante que es respetar jornadas razonables de trabajo, como así también deja como sugerencia la existencia de un horario ideal para potenciar tanto la productividad como la calidad de vida.
Qué momento es el mejor para trabajar: a la mañana o a la tarde
Los datos recopilados por la Encuesta Nacional Longitudinal de la Juventud (NLSY79) revelaron que las personas que trabajan por las tardes enfrentan mayores riesgos para su salud. Problemas como fatiga, insomnio y depresión son más comunes en quienes extienden su jornada laboral después de las 17 horas. Esta rutina también afecta negativamente el equilibrio entre el trabajo y la vida personal, disminuyendo la satisfacción general de los empleados.
Además, los turnos vespertinos pueden generar un deterioro en el rendimiento laboral. La falta de descanso adecuado incrementa errores y reduce la capacidad de concentración, lo que puede derivar en accidentes laborales. Incluso, este estilo de vida altera los ciclos digestivos, ocasionando molestias como acidez o estreñimiento, y fomenta hábitos perjudiciales como el consumo excesivo de alcohol y tabaco para lidiar con el estrés.
Por otro lado, los expertos coinciden en que trabajar entre las 9 de la mañana y las 5 de la tarde es el horario más beneficioso para la salud y el bienestar. Este rango horario permite un descanso adecuado, mejora la productividad, fortalece el equilibrio entre el trabajo y la vida personal, y aumenta la satisfacción laboral. Adaptarse a este ritmo favorece tanto la salud física como mental, estableciendo un modelo más saludable para los trabajadores.