Por qué olvidamos lo que íbamos a hacer en el corto plazo según expertos en salud

Expertos sostienen que esta clase de olvidos temporales se pueden minimizar con hábitos que favorezcan la atención y el descanso adecuado. Conocé cuáles son.

En muchas ocasiones, los seres humanos se disponen a realizar una tarea o ir a buscar algo en particular y, de un momento a otro, lo olvida por completo. Esto puede generar cierto grado de preocupación en algunas personas y es por eso, que un grupo de especialistas en salud explicaron por qué olvidamos lo que lo que íbamos a hacer en el corto plazo.

El neurólogo y experto en neuropsicología Saúl Martínez-Horta, asegura que esta clase de olvidos se relaciona de manera directa con la memoria prospectiva que permite recordar intenciones o planes futuros como completar una tarea pendiente o acudir a una cita. Ahora bien, ¿a qué se debe esta falla?

Qué dicen los expertos sobre la razón por la que nos olvidamos qué íbamos a hacer

Martínez-Horta remarca que la memoria prospectiva no es infalible y está profundamente influenciada por nuestra atención. En un libro que ha publicado hace algunos años, denominado "¿Dónde están las llaves?", el especialista indica que estos olvidos suelen ser benignos y que ocurren cuando el cerebro enfrenta distracciones o una sobrecarga de información.

En este tipo de situaciones sucede que el cerebro, en cierto modo, se desconecta de manera temporal del objetivo que teníamos generando un olvido momentáneo. Al mismo tiempo, el experto sostiene que este fenómeno se agrava en momentos de estrés, multitarea o fatiga. Es decir, cuando el sistema cognitivo se satura, el cerebro comienza a priorizar algunas tareas por sobre otras llevando que se interrumpa el proceso de la memoria prospectiva.

Según el experto, son vario los elementos por los que pueden darse este tipo de olvidos. Ellos son:

  • Interrupciones: una nueva tarea o estímulo toma prioridad sobre la intención inicial.
  • Distracciones externas: estímulos visuales o auditivos, como notificaciones del teléfono o el ruido de la televisión.
  • Sobrecarga cognitiva: ocurre cuando la acumulación de información o tareas que exceden la capacidad de procesamiento del cerebro.
  • Cansancio mental: la fatiga disminuye la capacidad de atención, dificultando la retención de objetivos.

Teniendo en cuenta que a muchos les puede generar cierta preocupación, Martínez-Horta aclara que estos olvidos no reflejan problemas graves, sino que se trata de un sistema de atención temporalmente saturado. Es decir, forman parte del funcionamiento del cerebro y no representan una amenaza para la salud cognitiva.

Este tipo de olvidos frecuentes se pueden reducir con una serie de estrategias simples. Mantener un entorno con menos estímulos, organizar las tareas diarias y priorizar el descanso son medidas que ayudan a mejorar la memoria prospectiva y gestionar mejor las demandas.

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