Las políticas de inclusión en alerta: la guerra que desató Donald Trump y suma adeptos en las empresas

Las medidas contra las políticas de género provocan que cada vez sean más las compañías que prefieren mirar hacia otro lado respecto de la inclusión. La mirada de las especialistas y las posibles soluciones a esta problemática.

La llegada de Donald Trump al poder junto con el avance de los gobiernos conservadores de derecha en la región constituyen una bomba de tiempo para las empresas, que se alínean con las políticas de Estado y, poco a poco, dejan de lado los espacios ganados por las mujeres de forma deliberada.

Desde el minuto uno el presidente estadounidense comenzó su gestión imponiendo varias reformas, entre las cuales se encuentra el haberle declarado la guerra a las políticas públicas de diversidad, equidad e inclusión (DEI en inglés).

Junto con ello también se conoció que anuló un decreto que tenía casi 60 años y que prohibía a los contratistas del Gobierno discriminar en sus prácticas de contratación, despido, ascenso o remuneración. En esa línea, dispuso un nuevo requisito que consta en que los empleadores certifiquen que no cuentan con programas de diversidad, equidad e inclusión, los que Trump calificó como "ilegales".

Donald Trump
Donald Trump pegó con todo contra las políticas de género.

Donald Trump pegó con todo contra las políticas de género.

La tendencia está creciendo en la región y varias empresas ya se pusieron bajo alerta. Cintia González Oviedo, CEO de la consultora Bridge the Gap, brindó un panorama sobre la cuestión: "En las compañías europeas esto no está pasando, al menos por ahora. Se disparó a partir de que Donald Trump salió a hablar en contra de la diversidad en las empresas públicas y tuvo un impacto casi inmediato en el país".

La especialista ejemplificó: "En EE.UU existía una especie de ranking de diversidad y como Trump amenazó a las compañías que estuvieran contempladas dentro de ese ranking con aumentarles los impuestos, obviamente las empresas se están retirando".

González Oviedo opinó que "no es un tema político", dado que las mujeres dentro de las empresas ocupan puestos muy valiosos para "el management, para la retención del talento, para la innovación de la compañía y para la toma de decisiones". Además, hizo un análisis sobre la cuestión meritocrática, un debate que parecía estar zanjado y que resurgió en la actualidad: "Ahora parece que hay un montón de gente que ocupa lugares que no debería, porque no lo merecen y que los metieron ahí por pertenecer a una minoría".

En Estados Unidos grandes compañías como McDonalds, Walmart, Target, Lowe's y Harley Davidson se alinearon al cambio cultural propuesto por Donald Trump y eliminaron sus programas de género en solo cuestión de semanas. Es, sin dudas, algo que ya está arriba de la mesa y genera fuerte malestar entre la población debido a la inestabilidad laboral y económica que provoca.

Embed - Impact on Instagram: "During his first week in office, President Donald Trump signed dozens of executive orders, some of which included ending DEI programs within the federal government. The recent crackdowns on DEI have sparked massive backlash, leading to people expressing their frustrations and anger about the decision. Swipe to learn about the importance of DEI in the workplace and why it has divided the nation. "
View this post on Instagram

A post shared by Impact (@impact)

Ahora, ¿hay un motivo específico por el cual se busca dar marcha atrás con estas políticas y excluir a las mujeres en el ámbito empresarial? Soledad Depresbítero, miembro del Consejo Profesional de Relaciones Públicas de Argentina y del Board de FAME (Foro Argentino de Mujeres Ejecutivas), opinó que "las empresas suelen esgrimir argumentos como la falta de experiencia en ciertos sectores, la ausencia de candidatas calificadas o la percepción de que las responsabilidades familiares pueden interferir en el desempeño laboral".

Aunque, aclaró: "Estos argumentos a menudo se basan en prejuicios y estereotipos de género. Estudios de McKinsey & Company demostraron que las empresas con mayor diversidad de género en puestos de liderazgo no solo enriquecen la diversidad de perspectivas, sino que también mejoran el rendimiento y la competitividad de las organizaciones".

El panorama empresarial en Argentina

En el marco de una época signada por un gobierno como el de Javier Milei, que se encuentra ideológicamente dentro de las filas del de Trump, González Oviedo destacó a Natura, una de las empresas que se muestra férreamente en las antípodas de esta nueva tendencia antiderechos. La psicóloga remarcó que, pese al panorama adverso, son varias las compañías que "con el tiempo, van perdiendo el miedo".

mujeres trabajando

Depresbítero, por su parte, destacó que pese a que en nuestro país se han mostrado avances, aún persisten brechas significativas. "Según el informe de KPMG y Revista Mercado de 2023, las mujeres ocupan solo el 17,5% de los puestos en las juntas directivas de las 1.000 empresas de mayor facturación del país. Además, solo el 6,4% de las presidencias están a cargo de mujeres", señaló.

En cuanto a la participación laboral, datos del INDEC del tercer trimestre de 2024 indican que la tasa de actividad de las mujeres fue del 48,0%, mientras que la de los varones alcanzó el 68,0%. Las mujeres también enfrentan mayores tasas de subocupación y desocupación en comparación con los hombres.

González Oviedo hizo una diferenciación entre el ámbito público y el privado. "Sí hay diferencias y el abordaje tiene que ser distinto porque en las empresas vas mucho más orientado al negocio y a cómo la diversidad impacta en el negocio: en sesgos, en la toma de decisiones y en los programas de liderazgo que muchas veces siguen siendo de tipo tradicional que no contemplan las diferencias con las nuevas generaciones. Para éstas, los valores de diversidad e inclusión son muy importantes para sentir que pertenecen a una cultura que va con los valores de su propia generación. También impacta mucho en la gestión de las marcas, el marketing y la marca empleadora", indicó.

Y, sobre el sector público, completó que en este ámbito "siempre se ha focalizado más en un tono activista y a lo político partidario; mientras que en las empresas, esto se trata de dejar a un costado".

Cambio cultural en contra de las políticas de género: el bastión de la resistencia

Para Depresbítero, "en contextos donde los gobiernos limitan los derechos de las mujeres, es fundamental que las empresas y la sociedad civil mantengan y refuercen su compromiso con la inclusión. Cada acción, por pequeña que sea, contribuye a un cambio cultural que valora la diversidad como motor de innovación y crecimiento".

Pero, ¿cuáles son las herramientas que pueden ser útiles para que esto sea posible? "La psicología organizacional destaca que ambientes diversos e inclusivos aumentan la satisfacción laboral, reducen la rotación de personal y potencian la creatividad y la resolución de problemas", indicó la Licenciada.

Detener la ola pareciera una tarea difícil de alcanzar, aunque hay ciertas acciones que pueden servir como paliativo para este panorama adverso que enfrentan las mujeres y las diversidades.

"La solución a la desigualdad de género en el ámbito empresarial comienza en cada organización y en cada individuo. Fomentar una cultura inclusiva, reconocer y valorar las diferencias, y ofrecer oportunidades equitativas permite descubrir talentos ocultos y fortalece tanto a las empresas como a la sociedad en su conjunto. La diversidad no solo es una cuestión de justicia social, sino también una ventaja competitiva que impulsa el desarrollo económico y el bienestar colectivo", concluyó Depresbítero.

Por su parte, González Oviedo opinó: "Creo que estamos todavía en el medio de esta oleada conservadora, pero creo que las empresas se van a ir acomodando para ir trabajando diversidad porque la diversidad ya existe dentro de las compañías. Y tiene que ver con reflejar la diversidad de la sociedad, de los consumidores".

DEJA TU COMENTARIO: