A 10 años, la investigación por la muerte de Nisman plantea un homicidio sin rastros de los homicidas

Los investigadores no lograron reunir en todo este tiempo ningún elemento que permita establecer cómo pudieron hacer el o los presuntos autores para ingresar al edificio y salir sin dejar rastros.

A diez años de la muerte violenta del fiscal especial de la causa AMIA, Alberto Nisman, la causa judicial continúa enfocada por los investigadores como un homicidio pero tiene un fuerte déficit reconocido por ellos mismos en el último informe: no hay rastros de uno o más posibles homicidas.

“No sabemos si los autores del homicidio pudieron haber salido del departamento por la vía de acceso ubicada en la cocina que nadie advirtió (o quiso advertir) durante los primeros momentos de la investigación”, reconoció el fiscal Eduardo Taiano en un informe dado a conocer la semana pasada.

La expresión revela que los investigadores no lograron reunir en todo este tiempo ningún elemento que permita establecer cómo pudieron hacer el o los homicidas para ingresar a un edificio con seguridad y cámaras de vigilancia -más allá de que no todas funcionaran correctamente-, subir hasta el departamento de Nisman y matarlo y salir sin dejar rastros.

Los investigadores judiciales repiten que las pruebas de la participación de terceras personas en el hecho pudieron haber desaparecido en el desfile de gente que ingresó al departamento del fiscal. “En el departamento de Nisman, es decir la escena del crimen, circularon esa noche más de ochenta personas. No hace falta ser un experto en la materia para advertir que esa cantidad de gente en la escena de un crimen no tiene justificación alguna”, sostuvo Taiano.

Lo cierto es que la posición de la fiscalía -que plantea que Nisman fue víctima de un homicidio- se sostiene en un peritaje realizado por la Gendarmería, cuando Patricia Bullrich era ministra de Seguridad del gobierno de Cambiemos, y que contradijo informes anteriores del Cuerpo Médico Forense y de una junta encabezada por la Policía Federal que sostenían que no había evidencia de la participación de terceros en el hecho. Gendarmería, en cambio, llegó a plantear que Nisman fue golpeado, dopado y reducido por dos personas que luego hicieron parecer el hecho como un suicidio y escaparon sin dejar ningún rastro. Entre los cuestionamientos que recibió ese peritaje, el más fuerte fue que un diario adelantó su resultado medio año antes de que concluyera.

Los últimos días de Nisman

Nisman fue encontrado sin vida, con un disparo en la sien derecha, en el interior del baño del departamento que habitaba en Puerto Madero, el 18 de enero de 2015, a las 22.32 hs. Estaba tendido sobre un charco de sangre y la posición de su cuerpo hacía que su cabeza trabara la puerta. Habían pasado más de 24 horas de su última interacción por WhatsApp con una periodista con la que se contactó a las 21.16 del día anterior. La primera en ingresar al departamento fue su madre, después de varios intentos por abrir la puerta por parte de ella y de los custodios.

El 14 de enero, cuatro días antes, el entonces fiscal especial de la causa que investiga el atentado contra la AMIA, ocurrido en 1994, había denunciado a la entonces presidenta Cristina Kirchner por el supuesto encubrimiento del atentado. Aseguraba que la firma del memorándum de entendimiento entre Argentina e Irán era una herramienta diseñada para dotar de impunidad a los iraníes imputados en el atentado, a cambio de robustecer las relaciones comerciales entre ambos países, aunque nada de eso ocurrió.

Para presentar su denuncia, Nisman interrumpió de manera sorpresiva -al menos para su familia y para la opinión pública- un viaje que estaba realizado por Europa con una de sus hijas. La decisión de volver implicó, entre otras cosas, que dejara a su hija adolescente sola en un aeropuerto a la espera de su madre, la jueza Sandra Arroyo Salgado, que debió ir a buscarla. El fiscal, sin embargo, tenía la decisión tomada muchos días antes, según se pudo saber por la fecha de compra de los pasajes.

La denuncia desató un verdadero terremoto político, un montón de críticas al fiscal desde un sector y halagos desde el sector opuesto. En ese contexto se lo convocó para que presentara su denuncia en el Congreso y se lo esperaba para el lunes 19.

A poco de que se conociera la denuncia, Nisman dio una entrevista en la que dijo que podía “salir muerto de esto” y luego circuló un mensaje entre sus conocidos en el que decía: “Este es un mensaje de difusión masiva para un grupo pequeño y querido de amigos y allegados que no siguen el día a día mi actividad. Es simplemente informativo, por favor no responderlo. Debí suspender intempestivamente mi viaje de 15 años a Europa con mi hija y volverme. Imaginarán lo q eso significa. Pero a veces en la vida los momentos no se eligen, simplemente, las cosas suceden y esto es x algo. Esto q voy a hacer ahora igual iba a ocurrir. Ya estaba decidido. Hace tiempo q me vengo preparando para esto, pero no lo imaginaba tan pronto".

Y continuaba: "Sería largo de explicar ahora, como uds ya saben, las cosas suceden y punto. Así es la vida. Lo demás es alegórico. Algunos sabrán ya de q estoy hablando, otros algo imaginarán y otros no tendrán ni idea. HASTA dentro de un Rato. Me juego mucho en esto. Todo, diría. Pero siempre tomé decisiones y hoy no va a ser la excepción. Y lo hago convencido. Sé q no va a ser fácil. Todo lo contrario. Pero más temprano que tarde la verdad triunfa y me tengo mucha confianza. Haré todo lo q esté a mi alcance, y más también, sin importar a quien tenga enfrente. Gracias a todos. Será justicia!!! Ah. Y aclaro x si acaso q no enloquecí ni nada parecido. Pese a todo, estoy mejor q nunca. Ja ja ja ja ja ja. :)”.

Los días Los días siguientes a la presentación se reunió con periodistas, políticos y diputados, entre ellos Laura Alonso, Patricia Bullrich y Waldo Wolff.

El viernes 16 de enero, por la tarde, tuvo un fuerte cruce con la madre de sus hijas, la jueza Sandra Arroyo Salgado, que le recriminó por whatsapp que sus “prioridades son distintas” y le achacó que para él lo más importante era la “puja de poder y salir en los diarios”. Él llegó a responderle: “No entendés nada. No podía no hacerlo. Ya te lo explicaré personalmente”.

El sábado17 de enero estuvo en su departamento todo el día y mantuvo comunicaciones con sus custodios, con su madre y su equipo de trabajo, entre otros, según surge de la investigación judicial y del informe de la fiscalía.

Desde el mediodía aproximadamente y hasta pasadas las 20.00 hs, por disposición del fiscal, ambos custodios abandonaron su domicilio y realizaron una serie de diligencias en distintos puntos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en la localidad de Olivos, provincia de Buenos Aires.

A pesar de que no solían hacerlo, ese sábado Nisman hizo pasar a algunos de sus custodios a su departamento. A uno de ellos, Rubén Benítez, llegó a consultarle por un arma, aunque ese no se trate de un testimonio valorado por la fiscalía. Por el mismo motivo el fiscal se puso en contracto con un expolicía bonaerense con el que finalmente no se encontró porque estaba en Mar de Plata.

El ingeniero informático Diego Ángel Lagomarsino concurrió en dos ocasiones aquel día a la casa de Nisman: es quien le brindaba asistencia técnica en temas tecnológicos y de seguridad informática y tenían además un buen trato personal.

Fue el propio Lagomarsino el que reconoció ante la justicia que él fue quien le entregó al fiscal el arma que apareció junto a su cuerpo: dijo que el fiscal se la había pedido para tener por protección. La fiscalía, sin embargo, sostiene que esa versión no se condice con la realidad y que el técnico informático facilitó un “arma amiga” para sembrar la hipótesis del suicidio.

Una causa sinuosa

En su inicio, la causa estuvo a cargo de la titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal de Instrucción n° 45, fiscal Viviana Beatriz Fein, con intervención del Juzgado Nacional en lo Criminal de Instrucción n° 251 a cargo de la jueza Fabiana Palmaghini. La jueza se declaró incompetente el 1 de marzo de 2016. Lo hizo en relación a tres motivos: una supuesta contaminación de la escena del hecho, la posible vulneración de la correspondencia electrónica del fiscal y la declaración de los exagentes de inteligencia.

El 22 de marzo de 2016, la Sala VI de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional ratificó esa decisión de incompetencia. Sin embargo, el 16 de junio del mismo año, la Cámara Nacional de Casación Penal resolvió que la causa debía continuar en la justicia ordinaria.

Finalmente, el 20 de septiembre de 2016 la Corte Suprema de Justicia de la Nación resolvió en forma definitiva la competencia del fuero federal para llevar adelante la investigación porque entendió no se había descartado la hipótesis de la vinculación del hecho investigado con las tareas concretas que Nisman al momento de su muerte.

En el informe reconoció algo que hasta ahora había sido negado por quienes se aferran a la hipótesis del homicidio: que tenía en sus manos residuos compatibles con los que deja un disparo.

“Se llevaron adelante estudios de residuo de disparo de arma de fuego a efectos de verificar si el arma secuestrada fue empuñada por Nisman al momento del disparo. Es preciso destacar que dicho análisis fue realizado en dos oportunidades interviniendo la División Microscopía Electrónica de la Superintendencia de Policía Científica del Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires y el Cuerpo de Investigaciones Fiscales dependiente del Ministerio Público de la provincia de Salta. En el primer caso el resultado fue negativo para residuos de disparo, mientras que en el segundo estudio se verificó que en las manos del Dr. Nisman se detectaron partículas consistentes, pero no características de disparo de arma de fuego”, afirmó la fiscalía.

TEMAS RELACIONADOS
DEJA TU COMENTARIO: