Mientras se recrudece el conflicto entre Israel e Irán, con intercambio de misiles y la cifra de muertes que continúa en ascenso, la población civil atraviesa este momento con temor y malestar, sin poder salir de su casa debido al peligro.
Julián Zuker, argentino que vive en un kibutz a 40 kilómetros de Tel Aviv, relató el día a día en las ciudades mientras continúan los bombardeos. "Hay mucha gente en el centro intentando buscar lugares más alejados para pasar la noche", contó.
Mientras se recrudece el conflicto entre Israel e Irán, con intercambio de misiles y la cifra de muertes que continúa en ascenso, la población civil atraviesa este momento con temor y malestar, sin poder salir de su casa debido al peligro.
Julián Zuker es argentino y vive en un kibutz a 40 kilómetros de Tel Aviv. En diálogo con Bernardo Magnago y Mariela López Brown, en C5N, relató este domingo la vida cotidiana en plena guerra.
"Acá son las dos de la tarde, tenemos que estar cerca del refugio todo el tiempo, a la noche sonaron varias sirenas y hubo varias caídas, tanto en el centro como en el norte del país, fue una noche muy difícil para todos que dejó al menos diez muertos y 200 heridos", contó.
"No se han escuchado caídas directas pero sí las explosiones de la cúpula de hierro sobre nuestras cabezas, se escucha cada vez que tenemos la alarma durante la noche", contó, en relación a los ya famosos sonidos de alerta.
Esto se oye en distintos momentos del día: "Las últimas noches empezó a las 22, la primera noche recibimos una alarma a las 3 de la mañana, indicando que podía haber una respuesta inminente de Irán, que teníamos que estar cerca de los refugios y desde el viernes a la noche desde las 22, toda la noche".
En cuanto a su situación, Julián explicó: "Vivo con varios amigos, nosotros nos pasamos a un edificio al lado de nuestra casa que tiene un lugar seguro muy grande para pasar la noche, hace dos noches que estamos durmiendo directamente ahí. Igual nos despertamos con las alarmas. Hay mucha gente en el centro intentando buscar lugares más alejados para pasar la noche".
"Desde ayer se implementó un nuevo protocolo de cuatro pasos del Frente de Comando Interno, que entre 15 y 30 minutos antes de que vaya a haber una alarma hay un aviso de acercarse más o estar dentro de los espacios seguros. 10 minutos antes hay una segunda alarma que llega por una aplicación y también vía localización por SMS. Y en el momento en que están interceptando los misiles suena la alarma sonora durante cerca de un minuto y medio", añadió.
"Los supermercados y otros negocios esenciales están abiertos pero solo eso. Declararon estado de emergencia donde solo pueden ir a trabajar los esenciales: médicos, empleados municipales. No más que eso. Todas las actividades educativas y trabajos no esenciales están suspendidos. Se recomienda que el que no tenga que salir no salga, mucha gente está moviéndose durante el día para poder pasar la noche en un lugar seguro", manifestó Zuker sobre la situación de la actividad cotidiana.
Consultado sobre la reacción de la población, señaló que "en mi experiencia y con la gente con la que me manejo es un enojo con el primer ministro Benjamin Netanyahu". "Sé que hay euforia pero también hay muchos sectores de la sociedad que no apoya, la población israelí estamos sufriendo las consecuencias de este ataque que realizó el gobierno", concluyó.