En las últimas horas, se viralizó un video del papa Francisco antes de morir en una de sus últimas apariciones públicas, cuando sorprendió a los fieles dentro de la Basílica de San Pedro sin lucir su clásico atuendo en colores blancos: un pantalón, una remera, una manta, zapatillas y las cánulas nasales para recibir oxígeno.
Muy pocas veces se puede ver a un Papa en su vida cotidiana, por fuera de la ropa papal blanca de protocolo. En este caso, Francisco, días después de recibir el alta médica, el 10 de abril, recorrió la Basílica de San Pedro en silla de ruedas y saludando a los fieles que se cruzaban en su camino.
Este video es uno de los últimos en los que se ve al Papa en camiseta recorriendo la Basílica para poder rezar. Más tarde, ese mismo día, también se compartió la imagen de Francisco junto a al rey Carlos III y Camila, dentro de la Casa de Santa Marta.
El clip es de muy poca duración, donde se lo ve a Francisco sentado con las cánulas de oxígenos conectadas a un tanque, rodeado por sus ayudantes y guardias. Al principio parece que una niña pequeña se le acerca para brindarle unas palabras y la toma de la mano.
El último médico que atendió al papa Francisco reveló cómo fueron sus últimas horas: "Seguía vivo, pero estaba en coma"
Sergio Alfieri, el médico que coordinó el equipo del Hospital Gemelli durante los 38 días que el papa Francisco estuvo internado, reveló que Jorge Bergoglio "no sufrió" y desmintió que tuviera una crisis respiratoria. Además, dio más detalles sobre sus últimas horas.
"No podemos decir con seguridad si se trató de una hemorragia cerebral o de un derrame cerebral. Pero no murió por problemas respiratorios", sostuvo, en diálogo con la RAI. "No tenía ningún dolor, no sufría y sobre todo, afortunadamente, no notaba nada", añadió.
El médico contó que, durante su último fin de semana, Francisco se había mostrado "desconsolado" al no haber podido cumplir con el ritual del lavado de pies en su visita a los presos de la cárcel Regina Coeli.
"Lo encontramos recuperándose, convaleciente, un poco cansado todavía", transmitió. "Cuando llegué a Santa Marta, el santo padre aún vivía, tenía los ojos abiertos y oxígeno, tenía vía intravenosa, pero no estaba consciente. Teníamos que entender qué le pasaba. Lo ausculté con un estetoscopio en ambos campos pulmonares, pero no era un problema respiratorio", relató.