Tras estar ocho horas varado en Bolivia, el plantel de Independiente pudo regresar a Buenos Aires

Independiente arribó este miércoles por la tarde a Buenos Aires tras estar ocho horas varado en Bolivia, donde perdió 2-0 con Nacional Potosí en la apertura del Grupo A de la Copa Sudamericana.

El Rojo cayó 2-0 ante el equipo boliviano en su debut en esta edición de la Copa Sudamericana. El equipo de Avellaneda sufrió las consecuencias del contexto inviable de jugar a 4.000 metros de altura, con una lluvia incesante y un campo de juego en pésimo estado, además de haber hecho una travesía para llegar de Sucre a Potosí en camionetas 4x4, ya que el aeropuerto de la ciudad está cerrado.

Finalizado el partido, bajo los 7 grados de Potosí, los jugadores tuvieron que bañarse con agua fría, ya que el estadio Víctor Agustín Ugarte no contaba con agua caliente. Luego de ello, la delegación partió rumbo a Sucre para volver a Buenos Aires para las cosas empeorarían aún más.

El equipo de Julio Vaccari iba a retornar a la Argentina en el vuelo que iniciaba a las 3 de la mañana pero los encargados del vuelo comunicaron que, en un principio, no podían salir por neblina. Tras varias horas, se sumaron dos motivos más: un frente frío y un avión que trajeron de Cochabamba pero que, supuestamente, presentó una falla mecánica.

Finalmente, alrededor de las 12 del mediodía, el plantel de Independiente terminó despegando hacia Buenos Aires y llegó alrededor de las 15, recortando el día libre que tenían acordado el cuerpo técnico con los jugadores.