Gavin Wood, cofundador de Ethereum: "El mundo necesita utilizar Blockchain"

El multimillonario inglés, uno de los creadores de la criptomoneda más cotizada del mundo detrás de Bitcoin, brindó una mirada optimista sobre el futuro de la tecnología.

El multimillonario inglés Gavin Wood es uno de los fundadores de Ethereum, la criptomoneda más cotizada del mundo detrás de Bitcoin, y de Polkadot, patrocinador del Inter de Miami. En Bali, Indonesia, como parte de un encuentro organizado por Polkadot Blockchain Academy, donde tecnólogos y líderes de 39 países aprendieron activamente a usar Blockchain, brindó en una entrevista exclusiva una mirada optimista sobre el futuro de la tecnología.

Periodista: Hemos escuchado últimamente sobre el próximo lanzamiento de JAM, algo que usted definió como una “computadora universal”. ¿Podría explicar exactamente de qué se trata?

Gavin Wood: Es esencialmente una actualización de Polkadot, que permitirá, más allá de detalles técnicos, que muchas más aplicaciones se puedan montar sobre nuestra plataforma, y, además, hará posible que mucha más gente comprenda nuestra tecnología.

Como sabes, este es un punto crucial, y en parte por eso impulsamos esta academia -Polkadot Blockchain Academy. Necesitamos que más desarrolladores aprendan a utilizar nuestro protocolo, y con JAM -Join- Accumulated Machine- vamos a incentivar a que más programadores independientes, estudiantes y practicantes adopten el tipo de código que escribí.

Quienes se animen a utilizar esta nueva tecnología recibirán grandes recompensas; es la forma en que intentamos que se masifique el uso de esta innovación.

P: Las estadísticas muestran que los usuarios de Blockchain son entre 300 y 500 millones en todo el mundo. ¿Cree que mientras se siga asociando a Blockchain con criptomonedas y especulación, no veremos una adopción verdaderamente masiva?

GW: Absolutamente. Por eso, desde que fundé Parity Technologies, hace una década, trabajo para desarrollar soluciones pensando en los 8 mil millones restantes -se ríe.

Ocurre que todos conocemos el potencial de Blockchain, pero sigue siendo una tecnología difícil para lo que usted suele denominar “gente normal”. Ahora bien, a su vez, esa gente está perdiendo confianza en la democracia.

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Ethereum es la criptomoneda más cotizada del mundo detrás de Bitcoin.

Ethereum es la criptomoneda más cotizada del mundo detrás de Bitcoin.

P: ¿Piensa que las Organizaciones Autónomas y Descentralizadas -DAOs- pueden ser una respuesta frente a la crisis de confianza actual?

GW: Si. A ver, hay un par de razones por las que sigo intentando innovar en la tecnología. Por un lado, mi propósito es crear soluciones tecnológicas que hagan mejor mi vida y, si es posible, la de los demás. Pero en cierta forma, también lo hago porque creo que hoy día el mundo necesita esta nueva manera de diseñar productos tecnológicos.

No teníamos esto en mente cuando yo nací, en 1980. Pero en verdad, las aplicaciones y plataformas determinan la manera en que nos vinculamos con la sociedad. Ellas, a su vez, se alimentan del uso que masivamente hacemos de sus soluciones. Incluso ahora con la Inteligencia Artificial, seguimos hablando de algoritmos que se alimentan de la información que les brindamos.

Ahora bien, si pensamos en bancos o empresas, hoy día sabemos que su activo más valioso es la red que han construido -se refiere a sus clientes- pero siempre están esas entidades en el medio, como ejes de todo vínculo entre seres humanos; y siempre están los seres humanos alimentando esas redes.

Evidentemente debemos asumir que hay allí una versión actual de lo que los filósofos, hace cientos de años, llamaron ‘contrato social’. Digamos que nuestra sociedad actual se parece a un sinnúmero de contratos sociales entrelazados. Un ejemplo: muchas veces, cuando adquirimos productos tecnológicos, firmamos contratos de licencia de decenas de páginas, cuyas cláusulas no podrían ser claramente explicadas siquiera por un abogado en caso de ir a juicio. ¿Es razonable que debamos hacer esto? No, por supuesto. Sobre todo, porque, así descrita, esta revalidación del contrato social permanece opaca, ininteligible, para la ciudadanía, que, si reclamara claridad, corre el riesgo de quedar fuera del sistema.

Y creo que esto es lo que contribuye a la desilusión que hoy la gente tiene. Por eso la tecnología que estoy construyendo creo que trae claridad y minimiza la cantidad de reglas que se nos imponen.

P: Usted intenta crear tecnologías que nos quiten intermediarios de encima, pero ¿no cree que es difícil para la gente imaginar una sociedad sin esos intermediarios, que son, en definitiva, gobiernos o empresas?

GW: Sí, estoy totalmente de acuerdo. Es complicado de imaginar, cuando navegamos aguas calmas. Sin embargo, actualmente no es esa la realidad. Las aguas están revueltas, y creo que la gente está abriendo los ojos, dispuesta a probar cosas nuevas.

Además, parafraseando a un pensador cuyo nombre ahora no recuerdo, es tonto cambiar el sistema peleando contra él; en cambio, es mucho mejor crear un nuevo paradigma y dejar que las cosas evolucionen y, eventualmente, sigan su camino hacia la desaparición.

P: Recientemente el parlamento norteamericano sancionó la Genius Act, con la que regula el uso de stablecoins. ¿Cómo analiza el uso de esa clase de criptomonedas, y qué piensa de este tipo de acciones por parte del sector público?

GW: Bueno, tengo la impresión de que algunos gobernantes tienen buenas intenciones, otros son ignorantes, y luego están los que buscan beneficiarse a ellos y a sus familias -risas. Ahora bien, el tema stablecoins es interesante. Desde mi punto de vista, ese tipo de criptomonedas ofrece una escapatoria del sistema financiero tradicional. Son, digamos, un punto intermedio, porque van sobre Blockchain, pero están atadas al valor de monedas como el dólar o el euro. Al transaccionar con monedas estables hay menos fricción -comisiones- más libertad para el individuo que las tiene, usualmente.

Ahora, yo diría que, en realidad, esto último es discutible cuando lo comparas con el uso de un billete de 20 dólares, en el sentido de cómo funciona el cash. Porque al fin de cuentas un billete de 20 dólares no puede ser bloqueado ni expropiado por intermediarios; en cambio, una cuenta cripto estable sí puede ser bloqueada, y el dinero expropiado. Al final del día, debemos recordar que lo que los políticos llaman stablecoins, por lo general, no es más que una cuenta bancaria, con la diferencia de que en vez de utilizar tu firma manual o una identificación estándar utilizas una llave criptográfica. En ese sentido, nuestra filosofía Web 3 es que los individuos deben volverse agentes. N de R: Wood utiliza el término ‘agency’ y ‘agent’ que, en la tradición filosófica británica, refiere a lo que habitualmente entendemos como Sujeto, en el sentido del individuo que toma decisiones con libertad y responsabilidad.

Entonces, cuando usamos algo como USDT o USDC, en lugar de Bitcoin, por tomar un ejemplo de cripto pura, lo que estamos haciendo en efecto darle ese poder de vuelta al banco, porque, como dije, y quizás no mucha gente lo sepa, el banco tiene la capacidad de bloquear o expropiar arbitrariamente el USDC y USDT al usar procedimientos vinculados con identificación de usuarios y antilavado.

Ahora bien. Si hablamos de criptomonedas cuya estabilidad deviene de la criptografía pura, o sea las algorítmicas -conocidas como DAI- entonces allí tenemos algo distinto, porque esas no pueden ser expropiadas por ningún banco. De todas maneras, me gustaría subrayar que, para mí, si alguien quiere usar USDT como una cuenta bancaria mejorada, digamos, está okey desde el punto de vista práctico. Pero ¿está contribuyendo a un mundo mejor? No.

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"Tengo la impresión de que algunos gobernantes tienen buenas intenciones, otros son ignorantes", resumió.

P: El gobierno indonesio es un ejemplo de digitalización en la región de Asia Menor. ¿Cuál es su perspectiva de América Latina, qué desafíos ve actualmente en términos de gobiernos y tecnología?

GW: Generalmente, en mi experiencia, los políticos intentan mantener el status quo. Están allí para mantener a la gente feliz. Esto engendra una mentalidad particular, desafortunadamente, que es sobre todo tecnofóbica, porque la tecnología significa cambio y cambiar trae riesgos, y eso nos acerca a fallar y que la gente deje de estar contenta.

La innovación tecnológica siempre implica cierto nivel de riesgo, así que no parece que los políticos vayan a impulsar este tipo de iniciativa, aunque es cierto que en ocasiones los burócratas cuentan con asesores en tecnología que, aún en favor de mantener el poder, les aconsejan utilizar ciertas tecnologías.

Lo que pasa es que en general esas tecnologías que aconsejan tienen no menos de 30 años, porque habitualmente los tecnólogos que asesoran a los gobiernos son gente mayor -sonríe y pide disculpas por el estereotipo. Yo tuve, de hecho, experiencia al respecto. Hace años trabajé en tecnología militar por un breve lapso y conocí a quienes estaban a cargo. Eran buena gente, pero no son quienes harán una verdadera diferencia para la ciudadanía.

Pongamos un ejemplo: Google lanzó su portafolio de soluciones hace, digamos, 20 años. Si la misma tecnología de productos hubiese sido incorporada en ese momento, por el Estado, para simplificar el pago de impuestos, o la obtención de la licencia de conducir, o emitir el voto ¡hubiera sido una experiencia extraordinaria para la sociedad! Pero en ese momento, Google era nuevo, entonces nadie en el gobierno estaba dispuesto a innovar de esa manera.

P: ¿Que paralelo encuentra entre esa época y la actual?

GW: La desconexión de aquel entonces entre los gobernantes y quienes trabajaban en Google creando soluciones creo que es más o menos la misma que hoy existe entre los gobiernos y las tecnologías Web 3, y mi trabajo consiste en crear puentes que permitan que la sociedad civil y los gobiernos adopten las tecnologías que yo construyo, y que quizá son vistas como riesgosas aun cuando han sido suficientemente probadas, al punto de que en Polkadot no ha habido ataques a los más de 6 mil millones de dólares que están allí en Dots.

Sin embargo, debo ser justo en esto y la verdad es que en el largo plazo no veo incompatibilidad entre gobiernos y tecnología. De hecho, quiero destacar la experiencia de Singapur, por ejemplo, con cuyos líderes tengo contacto. Pero en general, la utilización de esta tecnología sé que implica cierto esfuerzo de mi parte, y sobre todo educación. Eso se relaciona con Polkadot Blockchain Academy, porque así les mostramos a quienes toman decisiones por qué es mejor utilizar esta tecnología.