Nacido en Santa Rosa, La Pampa, Kevin Di Serna se convirtió en el único DJ argentino presente en la grilla del festival de música electrónica más grande del mundo: Tomorrowland. "Tuve el honor de ir hace dos o tres años a Tomorrowland en Bélgica y yo digo que es como el Disney de la música electrónica. Hay mucho estímulo visual, las inversiones que hacen en los escenarios es impresionante y sentís que sos Alicia en el país de las maravillas, es toda una experiencia. El éxito fue tal que los belgas trajeron de allá su festival para hacerlo en Brasil. Es el Tomorrowland de Sudamérica así que para mí es un honor estar ahí. Creo que uno va construyendo ladrillito por ladrillito la carrera. Sin darte cuenta, y luego de haber hecho las cosas con tanto amor, llegan estos reconocimientos como el de tocar en Tomorrowland. Son premios artísticos. La intención es poder convocar a más argentinos al festival así que espero que esto sea una puerta de entrada".
Acerca de sus sus inicios, Kevin asegura: "Mi pasión por la música empezó desde que estaba en la panza de mi mamá porque mi casa estaba rodeada de vinilos, guitarras criollas, acústicas y partes de baterías (porque mi papá es baterista). El bebé escucha y siente, y así fue. Mi niñez estuvo rodeada del mundo artístico, ya de adolescente me volví el melómano que no sale de su habitación. Abrazaba cierto aspecto de la rebeldía porque estaba lleno de energía entonces escuchaba mucho rock y rock alternativo. En un momento y, por suerte, me picó el bichito de escuchar todo. Agarraba el globo terráqueo mentalmente y escuchaba qué música sonaba en cada país, en cada continente. Internet fue una herramienta maravillosa en ese sentido. Creo que me estaba buscando a mí mismo a través de la música.
"Cuando llegué a la música electrónica, que propone muchísima libertad porque te permite recibir una cantidad de timbre y ritmos ilimitados, dije 'Bueno, este es mi hogar musical. Acá me quedo y exploro con todas las variantes que pueda tener. En ese momento, el gran exponente argentino en la electrónica era Hernán Cattaneo. De hecho, yo me enamoré de su música y el aspecto melódico que tiene él, me conectó mucho con las emociones. Después, a nivel personal empecé a sumergirme en la musicoterapia para, gradualmente, introducirlo en la música electrónica. Aprendí sobre la libertad, sobre poder incorporar todo, hasta un sonido de la naturaleza. Yo he grabado baterías con un tenedor, una cuchara y una taza".
"Los sets de música electrónica, en especial los melódicos, proponen una experiencia de película. Tenés que entrar en esa frecuencia en la que podés conectar con el artista sin necesidad de estar hablando con él. En un set de 5 horas vos tenés una relación con ese Dj durante todo ese tiempo a través de su música, es lenguaje musical. Toda real conexión necesita de una atención y un foco. No podés conectar profundamente con nadie si estás hablando con una persona todo el tiempo o con el teléfono. Se necesita una atención para construir una relación".
Y, como todo disc jockey, el artista tuvo su primera vez. Al recordar ese salto al vacío, confiesa: "Mi llegada como Dj fue después de desempeñarme como productor de música. Como Dj, nunca toqué en un bar, ni en mi casa, ni para mis amigos. A mí directamente me contrataron formalmente para pasar música en un club en Mendoza. Era como un multiespacio entonces la gente se quedaba un rato, después se iba, volvía... Obviamente estaba muy nervioso porque era la primera vez y era un terreno nuevo. Hoy estoy acá, después de 15 años".
La música de Kevin se destaca de entre la media porque tiene una intención puntual, la de poder adoptar una actitud meditativa durante su set. "La música que más me identifica es la que tiene el poder mutuo de anclarte a la tierra a través del baile, que es a través del groove o ritmo, y que puede conectar con tu corazón a través de las melodías o atmósferas. Entonces tenés cielo y tierra. Es música expansiva o solar y no tiene que ver con un género puntual. Tiene la cualidad de hacerte bailar y al mismo tiempo emocionarte. Todos, como seres humanos, experimentamos una amplia paleta de emociones y a veces la música puede ser una herramienta que te ayuda a liberar la emoción. En mis sets, he visto gente llorar, gente abrazarse mutuamente con un sentimiento muy amoroso, yo también he estado al borde de las lágrimas... es todo un tema. La lágrima implica una liberación y poder despertarla con la música es espectacular".
Kevin Di Serna: "No necesariamente alguien que sale de noche tiene que tener malos hábitos o conectar con los excesos"
Kevin Di Serna ha viajado por el mundo con sus propias obras musicales y la ovación en cada lugar es una constante. Sobre sus vivencias en el exterior analiza: "En la experiencia de compartir música en diferentes partes del mundo me he dado cuenta que en las culturas, países o sociedades donde hay más conflictos o se viven realidades más problemáticas es donde más bailan. Existe como un descargue de la semana, de los aspectos laborales porque no todos tienen la oportunidad de trabajar de lo que aman, entonces el momento del fin de semana lo usan para conectar con la música y descomprimir. Soltás, liberás. Si la música te puede ayudar a liberar una emoción, buenísimo".
"Europa es como el bisabuelo, por decirlo de alguna manera, de la música electrónica, ya tiene mucho recorrido. Nosotros acá en Argentina estamos en una etapa adolescente, pero con un potencial fuertísimo todavía. Hay que seguir expandiendo y, a la vez, transmitir un mensaje de sanidad. Están floreciendo artistas argentinos en los mejores sellos discográficos globales. Los mejores clubs y festivales del mundo están empezando a incluir argentinos. Somos una semilla de talento. A nivel público lo que tiene Argentina es que conecta muchísimo con el baile, cuando hay países que no conectan tanto con esto. En Europa la música electrónica ya es una cultura, es como hablar del folclore acá o el tango. Nosotros todavía estamos generando una amplitud. A mí me gusta impulsar una vida que conecte con la sanidad. En Europa es muy común que los festivales sean en el día y terminen a las 23 o 24, lo cual es un horario mucho más amigable. De todos modos, no necesariamente alguien que sale de noche tiene que tener malos hábitos o conectar con los excesos. Yo quiero impulsar los hábitos saludables en la música electrónica".
"La música tiene un montón de variantes porque hay una resonancia energética en cada estilo. Lo interesante es poder identificar con qué resuena cada uno. Que haya tantas opciones hoy en día le da la posibilidad a cada uno de poder elegir. Si hay algo que ofrece la vida es dinámica y diversidad".