Marcha federal del Orgullo Antifascista y Antirracista: un rechazo multitudinario al odio institucional

Estiman que más dos millones de personas las que salieron a las calles este sábado, en Argentina y en el mundo, para expresar su repudio al discurso de odio por las diversidades sexuales desplegado por el presidente Javier Milei desde que asumió su gestión y que días atrás tuvo su máxima expresión, a oídos de todo el mundo, en el Foro de Davos.

En tiempo récord, se trazó y planeó una estrategia de contraataque contundente a los dichos homofóbicos y estigmatizantes que el jefe de Estado pronunció en el Suiza. La Marcha Federal del Orgullo Antifascista y Antirracista LGBTIQ+ se decidió en la asamblea realizada una semana atrás en el Parque Lezama y en la tarde del 1 de febrero, fecha ya histórica, tuvo su epicentro en la Ciudad de Buenos Aires con réplicas casi simultáneas en más de 100 ciudades del país y distintos puntos del planeta.

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Crédito: Camila Alonso Suarez

La versión porteña partió desde el Congreso de la Nación y recorrió Avenida de Mayo hasta llegar a Casa Rosada. El sentido de la movilización fue el inverso al que se realiza cada noviembre cuando se desarrolla la Marcha del Orgullo por decisión de la Asamblea organizadora. “Las leyes ya están, necesitamos que el Poder Ejecutivo las respete y las cumpla”, explicaron. Estamos hablando de la misma Argentina que fue pionera en igualdad de derechos para todos sus habitantes y hoy es dirigida por personas que los cuestionan.

"Desde estos foros se promueve la agenda LGBT queriendo imponernos que las mujeres son hombres y los hombres son mujeres solo si así se autoperciben", disparó Milei en Davos para luego asegurar que "la ideología de género constituye lisa y llanamente abuso infantil" y, en base a un caso en particular, sostener que los homosexuales "son pedófilos".

Aunque algunos optaron por justificarlo con que "lo que dijo no fue tan así", el mensaje fue claro y directo: un ataque verbal, a oídos de todo el mundo, a las diversidades sexuales, un grupo social mal llamado minoría.

También hubo otros, desde el Gobierno, que redoblaron la apuesta. Un día después de que el jefe de Estado despliegue todo su desprecio por la "agenda woke", el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, anunció un proyecto para eliminar la figura de femicidio del Código Penal. Un dato: en Argentina hubo entre 265 y 294 femicidios en el 2024, según el relevamiento de distintas organizaciones.

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Esas agresiones tuvieron su respuesta en la calle del sábado, la verdadera, no la “online”, la que los influencers libertarios utilizan para atacar a buena parte de la sociedad en defensa de las medidas del Gobierno. Pancartas, banderas, remeras, gorras; todo se convirtió en una cartelera desde la cual contestarle a Milei.

Así como una buena parte de la sociedad no se quedó de brazos cruzados ante los embates sistemáticos del Gobierno contra estudiantes y jubilados, este sábado miles se adhirieron aunque no haya un gay, una lesbiana o una travesti en su círculo más cercano. “Hoy van contra los homosexuales, mañana no sabemos contra quién”, expresó un hombre que se acercó a Plaza de Mayo junto a su esposa y su hija de 5 años.

Quizás el miedo a ser el próximo blanco de los dardos ofensivos del Presidente los haya movilizado. El miedo con el que vivían cuatro lesbianas que eran atacadas constantemente por un vecino de esa pensión del barrio porteño de Barracas y que terminó con la muerte de tres de ellas. O quizás el mismo que sintió otra pareja de mujeres que murió incendiada por otro vecino en Cañuelas. "Que peligroso, que triste".

Lali Espósito, la autora de aquel tuit de cuatro palabras que incomodó al Presidente, estuvo presente. Junto a ella, María Becerra y Taichu, colegas y referentes juveniles. La conductora Flor de la V, la actriz y cantante Ángela Torres, el dirigente radical Ricardo Alfonsín, la exlegisladora Ofelia Fernández y el gobernador bonaerense Axel Kicillof. Artistas y cuadros políticos caminando junto a familias completas, jubilados y jóvenes poniéndole un freno a tanto agravio. Porque la mejor respuesta ante tanta oscuridad siempre será el color de las calles colmadas.