La Libertad Avanza hacia el laberinto judicial

El Gobierno no logra sacar de agenda el escándalo $LIBRA y mientras avanza la investigación con nuevos allanamientos.

Tres allanamientos sacudieron el expediente del escándalo $LIBRA. A pedido del fiscal federal Eduardo Taiano, los procedimientos se produjeron en domicilios vinculados a dos de los principales imputados por el caso en el que se investiga si el lanzamiento de la memecoin $LIBRA fue una estafa y si el presidente Javier Milei, que la difundió a través de un posteo en su cuenta de X el 14 de febrero, estuvo involucrado.

Celulares, computadoras y documentación. Eso fue lo que se llevaron los investigadores de los allanamientos realizados a en los domicilios del renunciado asesor de la Comisión Nacional de Valores, Sergio Morales; el criptoemprsario Mauricio Novelli y la sede del Tech Forum, firma que organizó el congreso homologo del que participo Mieli.

Los procedimientos se produjeron el jueves. Los dos primeros, en Tech Forum y la casa de Morales, fueron por la mañana en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El tercero, en horas de la tarde -en La Lucila, provincia de Buenos Aires- en la casa de Novelli, un asiduo visitante de la Casa Rosada que supo emplear a Milei en una escuela de traders. Novelli estaba allí cuando llegaron los investigadores. Terminaba una semana en la que el gobierno nacional se enredó en el laberinto judicial.

La investigación que encabeza Taiano busca “establecer las circunstancias de tiempo, modo y lugar que rodearon a la creación y lanzamiento de $LIBRA”. En los primeros días, la fiscalía le imprimió una pregunta al expediente: ¿qué participación tuvieron el presidente Javier Milei, Hayden Mark Davis (creador del token Libra), Julian Peh (emprendedor tecnológico vinculado al desarrollo del token), y Mauricio Gaspar Novelli, Manuel Terrones Godoy y Sergio Daniel Morales (señalados como intermediarios entre Milei y los empresarios cripto) en los hechos investigados?

Ahora la causa empezó a moverse con otro ritmo y otro impacto. Casi al mismo tiempo, la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, se pronunció en el marco de otra denuncia, por el mismo hecho. Tras corroborar que el viernes 14 de febrero a las 19.01 -cuando difundió la memecoin- el presidente Miel estaba en la Quinta de Olivos, la jueza se declaró competente para investigar. Vendrá ahora una disputa entre San Isidro y Comodro Py, entre Arroyo Salgado y la jueza María Romilda Servini. La causa mas avanzada es la que tramita en suelo porteño.

Servini de Cubría

Del escándalo $LIBRA, que el Gobierno no logra correr de la agenda pública, se desprendieron otras denuncias y acusaciones. La Coalición Cívica, por caso, acusó a la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, de cobrarle a las personas -en su mayoría empresarios- que quieren acceder a su hermano. El delito que le imputaron fue “trafico de influencias”. La causa cayó por sorteo en el juzgado a cargo del juez Marcelo Martínez de Giorgi que estos días estuvo de licencia y que el lunes, de regreso a su despacho, analizará la presentación. Luego decidirá si le corre vista a la fiscalía para que emita una opinión o directamente le delega la investigación. El fiscal, para ese expediente, también es Taiano.

No fue buena la semana judicial para el “triángulo de hierro”. Milei imputado en el caso Libra que empezó a registrar movimientos mas bruscos en los últimos días, su hermana denunciada y su principal asesor, Santiago Caputo, acusado de haber amenazado al diputado nacional Facundo Manes, que le dedicó una denuncia penal. Esa denuncia cayó en el juzgado a cargo de María Eugenia Capuchetti que, de inmediato, le corrió vista al fiscal Ramiro González. El viernes último, González impulsó la investigación y pidió las cámaras de seguridad del Congreso, además de todos los registros televisivos del hecho ocurrido el sábado anterior. El objetivo del fiscal es “comprobar la virtualidad delictiva de los hechos”, según surge del dictamen al que accedió C5N.

El episodio que le valió la denuncia penal a Santiago Caputo se produjo el sábado primero de marzo, instantes después de que terminara la apertura de sesiones legislativas en el Congreso de la Nación. El asesor estrella del Presidente le robó accidentalmente todo el protagonismo al mandatario.

- Habiéndose cumplido el objetivo de esta solemne Asamblea, queda levantada la sesión- anunció, con el relajo del que concluye una situación incómoda, la vicepresidenta Victoria Villarruel.

-No terminé. Digo, no te apures. En definitiva, que dios bendiga a los argentinos, que las fuerzas del cielo nos acompañen y ¡Viva la libertad, carajo!- se apresuró el presidente Javier Milei. Así terminó si discurso frente a la asamblea legislativa semivacía. Lo celebraron los propios legisladores de la Libertad Avanza, algunos aliados estratégicos, un puñado de gobernadores y varios militantes devenidos en funcionarios que seguían el discurso desde los palcos del Congreso. Instantes después, comenzaría una de las peores semanas para el gobierno nacional. Al menos, en lo que hace a su relación con el Poder Judicial.

Milei en la Asamblea Legislativa

El mandatario habló en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso durante una hora y media.

Las repercusiones del discurso fueron casi nulas. Toda la atención se enfocó en lo que pasó después cuando Caputo encaró en los pasillos del Congreso a Manes, se le puso frente a frente y le recriminó de mal modo que hubiera interrumpido el discurso del presidente. Manes había levantado, durante el discurso presidencial, una Constitución Nacional. Según él mismo relató, fue para recriminarle al mandatario el hecho de haber nombrado jueces para la Corte Suprema de Justicia por decreto.

“El Señor Caputo se puso a mi lado e hizo un acercamiento cara a cara muy intimidante. Luego, levantó su mano derecha y la colocó sobre mi rostro, en otra clara y evidente actitud hostil, para después acercar su boca a mi oído y decirme en tono amenazante: ‘Vos para hacer lo que hiciste, tenés que estar limpio’. A lo que yo respondí: ‘Yo estoy limpio’. Y él me espetó: ‘Vos no me conoces a mí’”, relató Manes en su denuncia. El diputado narró, además, que llegó a decirle a Caputo que lo conocía a lo que el asesor presidencial le había respondido: “Ya me vas a conocer”.

Antes de bajar al encuentro de Manes, Caputo había seguido el discurso presidencial desde un palco en el que se mostró junto al secretario de Justicia, Sebastián Amerio, y el influencer libertario Daniel Parisini, conocido como el Gordo Dan, entre otros.

Las imágenes de Caputo y Amerio juntos circularon en cantidad en los grupos de whatsap de los miembros del Poder Judicial. El vínculo entre ambos era conocido pero no abundaban imágenes de ellos juntos.

Los nombres de ambos habían quedado relacionados a lo que fue considerado por el ecosistema libertario como una hazaña: la jura del abogado Manuel García Mansilla como juez, en comisión de la Corte Suprema de Justicia. Ese hecho se produjo el 26 de febrero. García Mansilla juró en presencia del propio Amerio. El juramento se lo tomó el presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti. Estaban los otros miembros del tribunal y sus secretarios. No estaba ni el ministro Mariano Cúneo Libarona, ni la familia del comisionado juez, ni el periodismo. Es día, los jueces del máximo tribunal decidieron postergar una decisión sobre el otro designado por el gobierno para integrar el máximo tribunal: el juez Ariel Lijo. Dejaron trascender que estudiarían si correspondía darle la licencia que reclamaba para poder alejarse de su juzgado temporalmente y asumir en la Corte en comisión.

El 6 de marzo, tal como habían adelantado, los jueces de la Corte arribaron a una decisión. Una mayoría de tres jueces resolvió que no se le podía dar a Lijo una licencia para que pedía. Citaron un antecedente en el que se estableció que es constitucionalmente inadmisible que una misma persona pretenda “investir simultáneamente la doble condición de juez con acuerdo y de juez designado en comisión”. Si Lijo quería llegar a la Corte debía renunciar a su cargo. O esperar a que se expida el Senado, donde está su pliego enviado por el gobierno, que ya tiene dictamen de mayoría. Allí también está el de García Mansilla, aunque sin dictamen. La suerte de ambos, está sujeta en algún punto a los movimientos de la Cámara alta. En las últimas horas, Unión por la Patria empezó a mover sus fichas y juntar firmas para emitir un dictamen de mayoría en contra de García Mansilla. Lo propio hizo el senador Martín Losteau ¿Qué pasaría si voltean su pliego a pesar de que ya juró en comisión en el máximo tribunal y hasta estampó su firma en expedientes? Habrá que esperar. Ver para creer. Ver para saber.

Párrafo aparte para la acordada que rechazó la licencia de Lijo. Fue firmada por Rosatti, Carlos Rosenkrantz, y el propio García Mansilla. Desconcierto total en la Casa Rosada. El juez al que sindican como “propio” les asestó una firma inesperada. El gobierno avanzó hacia el laberinto del Poder Judicial.

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